domingo, 9 de noviembre de 2014

11. DEFINITIVO: EVALUACIÓN II Y III

Recuerden lo conversado en clases: No se trata de evaluaciones cuya finalidad principal sea recibir una buena calificación sin más.  Este trabajo debe ser realizado sobre una temática que realmente les interese reflexionar, conversar... Son importantes las interrogantes que se planteen, las certezas fundamentadas y las dudas... Se trata de que esta evaluación sea una instancia más de aprendizaje, de auto-crítica y crítica. 

GUÍAS PARA REALIZAR EL TRABAJO 
En las entradas 04 Y 05 está la información base para que ustedes realicen  guías parecidas a la expuestas allí´, sin perder de vista la finalidad del trabajo colaborativo.

Para la elección del material considere su público objetivo: párvulos, primer o segundo ciclo básica, educación media (1- 2 o 3 - 4), apoderados, profesores,,. etc.  

FECHAS:
  1. Fecha de entrega: 20 de noviembre
  2. 21 de noviembre, realizaremos una sesión de conversaciones sobre lo realizado; donde ustedes entregarán lo más significativo de cada trabajo. 

EQUIPOS DE TRABAJO
  • Si le es imposible trabajar con otro compañero de curso, integre a un amigo o familiar; pues interesa tenga con quien dialogar, discutir (por supuesto, después de ver el filme y no durante).  En este caso, trabaje 1 película y 1 medio de corta duración (Videoclip, fotografía, cortometraje, obra de arte, etc.).  Integre a su colaborador como "Colaborador .....(nombre)"
  • 2 a 3 integrantes de curso (si quieren integran colaborador): 2 películas o 1 película y 2 medios de corta duración.
  • 4 a 5 integrantes: 2 filmes y 4 medios de corta duración.

FORMATO DE ENTREGA

- Breve introducción
- Desarrollo de guías: las expuestas en las entradas de este blog son una muestra; ustedes pueden realizar las propias; siempre que cumplan con la finalidad: Aprendizaje significativo, crítico, autocrítico, interrogantes... 
 No olviden poner entre comillas las citas y fuentes de información.
Interesa una reflexión y aporte original que demuestre que aplican bien la conceptualización y problemática tratada a lo largo del curso y expuesta en las entradas de este blog. 


- Breve conclusión.

miércoles, 1 de octubre de 2014

COMPLEMENTA CON BLOG...


Cine en la buena enseñanza   http://cineyeduca.blogspot.com/
Educando con cine  http://educandoconcine.blogspot.com/

10. EL DOCUMENTAL Y OTROS...

•    La fuerza del documental y la fotografía
                La palabra documental tiene su origen en la palabra documento. Esto así, el film documental tiene como finalidad apresar para hacernos llegar, más allá de los espacios y tiempos, sucesos, acontecimientos, formas de cultura, credos, personajes, problemas, conflictos y las diversas formas de interpretar y valorar los mismos. El documental es considerado fuente de conocimiento, de investigación. Los documentales informan e instan a la reflexión, conforman actitudes, provocan sentimientos, discusión, diálogo; no tanto sobre sí, como sobre la temática tratada. … Esta forma fílmica de presentarnos la realidad, puede adquirir diversas técnicas, estrategias, estilos.  Mientras el film de ficción busca entregar una realidad creíble, metafórica, fantástica, de ciencia ficción; pero sólo imaginaria; el documental responde a aquella realidad de la que se es consciente y se considera que debe ser expuesta públicamente. El documental hace uso del poder de la imagen y del sonido por sobre la palabra; no es ensayo; libro, informe científico, literatura; pero tampoco es ficción. ¿Cuál es, entonces, el nexo entre imagen y realidad propia del documental; es su influencia moral mayor que la de la ficción?

                Así como la imagen fotográfica registra un momento real, el dodumental supone un registro que cine la imagen a las formas, contenidos, tiempos, espacios, relaciones reales: un documento audio visual histórico.  Esa es su fuerza educativa y mayor riesgo...  Todo lo expuesto sobre la actitud del director de cine, se triplica en el caso del director de documental; pues requiere de su lealtad con la verdad real.  Un primer plano o un plano general, la fuerza de la música, la cámara lenta o más rápida, pueden exagerar o disminuir la importancia de un acontecimiento.   Hay documentales donde el director interviene en la acción con sus preguntas, con su actitud; en otros el director se coloca como espectador silencioso... Tal como en el reportaje periodístico, su moralidad será decisiva en la forma de mostrar la realidad y no la visión que por conveniencias, simpatías, trayectoria de vida, compromisos ideológicos, credos, está  dispuesto a tergiversar.

·      La fotografía


Carta del fotógrafo chileno Sergio Larraín E. a su sobrino
http://www.youtube.com/watch?v=IhboMzLqP8g&feature=related

               “Hice tiempo en mi apretada agenda estudiantil (no es chiste), para visitar la exposición del World Press Photo 2011 que se presenta en el Museo Franz Mayer de la ciudad de México.  Llegué a la inauguración y luego de escuchar las palabras de bienvenida me dispuse a disfrutar de una muestra fotográfica de calidad. Poco a poco, la algarabía de las personas que habíamos asistido fue dando paso al silencio respetuoso que las imágenes, o mejor dicho, que la historia detrás de cada imagen exigía.

La vida en una cárcel en Sierra Leona, las muertes en el Love Parade de Berlín, protestas contra los regímenes alrededor del mundo, todos mostraban aspectos del ser humano que preferimos no recordar, que es mejor leerlo en ciento cuarenta caracteres para olvidarlo enseguida. Sin embargo ahí estaban esas fotografías, que mostraban además el esfuerzo de esos fotógrafos para lograrlo. Me conmocionó.

La fotografía ganadora es el retrato que hizo la fotógrafa Jodi Bibier de Bibi Aisha, una joven mujer afgana que regresó a casa de sus padres después de huir de su marido que la maltrataba. Una noche, los talibanes llegaron a su casa para castigarla por haberse fugado. Así, el cuñado de Bibi la sujetó en el suelo, y su marido le cortó primero las orejas y después la nariz. Bibi fue abandonada pero luego rescatada por organizaciones de ayuda. Estremecedor, tanto como lejano” Publicado por Pablo Osorio Guerrero. Docente Universidad del Azuay. Estudiante del Colegio de México en la Maestría en Estudios Urbanos. Julio de 2011. (http://espanol.upiu.com/view/post/1311096224996/ )

                          
La foto de Bibi Aisha, dio la vuelta al mundo. 
 Nadie puede imaginar todo el dolor que cada fotografía participante encierra.        
         Fuente: www.worldpressphoto.org


               “ "Fue un día extremadamente difícil", recuerda Samuel Aranda, emocionado por la crudeza del conflicto de Yemen que le llevó a tomar aquella fotografía. "Los francotiradores disparaban demasiado", agrega el periodista, recordando a aquel hombre herido en la pierna por un disparo e intoxicado por los gases lanzados contra los manifestantes.

               Una imagen cubierta por un niqab negro sostiene a un joven desnudo, herido en una de las manifestaciones violentas que tuvieron lugar en Yemen contra el presidente Ali Abdullah Saleh. Una fotografía que recuerda a La Piedad de Miguel Ángel, tomada por el español Samuel Aranda, y que ha sido galardonada con el World Press Photo.



WORLD PRESS PHOTO
La instantánea de Samuel Aranda, galardonada con el World Press Photo.

          Una instantánea de gran fuerza visual y que también refleja un trasfondo histórico y humano, una combinación enmarcada en el contexto de la Primavera Árabe y que se ha repetido a lo largo y ancho de países como Egipto, Túnez, Siria y Libia. Un marco desolador para presentar la crudeza de un conflicto sin fronteras y en el que el ser humano no deja de ser protagonista.

               Publicada en el periódico The New York Times -periódico para el que trabaja Aranda- el pasado 15 de octubre, la fotografía compitió con otras 100.000 imágenes en un galardón en el que los fotógrafos no presentan su material, sino que es escogido por los propios miembros del jurado. De entre los 5.247 profesionales que competían por el galardón, ha sido el español Samuel Aranda quien recibió el premio”. Publica “Hechos de Hoy / Actualizado 10 febrero 2012”    ( Cf. http://www.hechosdehoy.com/la-desgarradora-foto-de-samuel-aranda-dolor-y-pasion-en-la-14865.htm)



               La belleza de la imagen hace más notoria la crueldad, el dolor; pues el fotógrafo capta la esencia misma del dolor, el temor, la crueldad...

09. EL CINE FORO Y SU POTENCIAL EDUCATIVO

            Quien tenga propósitos educativos, puede hacer del  cine foro un recurso al cual recurrir con la seguridad de apreciar no sólo la esencia del cine, que es el arte, sino su gran potencial formativo.  Efectivamente, más allá del placer estético que nos pueda procurar un buen guión o argumento, excelentes actuaciones, majestuosa música, grande y significativa toma fotográfica o planos, juegos de tiempo, dirección, etc., podremos  aprehender a desentrañar ese mensaje que dio sentido a todos los elementos que están en juego en el llamado lenguaje del cine.  No siempre es fácil captar ese mensaje; más aún si la temática es compleja o la forma de presentarla es metafórica.  Pongamos como ejemplo películas como Smultronstället (Fresas Salvajes) de 1.957 o cualquiera de Ingmar Bergman y Black Swan (Cisne Negro), dirigida, en 2.010, por el también complejísimo Darren Aronofsky.

                Es cierto que para ayudarnos a entender la temática y el mensaje de un filme - no el argumento que es el relato o narración de los hechos- no podremos recurrir a menudo al cine foro que requiere un número de al menos tres espectadores para que tenga sentido: Podemos también ayudarnos consultando críticas de cine, revistas o libros especializados, programas televisivos, cursos de apreciación, etc.  El cine foro aparece como una excelente estrategia didáctica para ser empleada en un aula de clases, realizar un debate guiado para padres y apoderados o entre los diversos actores de una comunidad educativa especifica; por ejemplo, entre profesores y apoderados, profesores y alumnos, alumnos y apoderados de determinado curso.

                El cine foro requiere de preparación y de diversos actores, su desarrollo distingue cinco e, incluso,  seis momentos: A) Preparación, B) Presentación del Film, C) Proyección y D) Desarrollo de guías E) Discusión o Foro y, a veces, lo que llamaré F) Proyección Activa.  Los actores requeridos para llevarlo a cabo: Director del cine foro, colaborador(es) de dirección, colaboradores de implementación o logística, ayudantes de desarrollo de guías.  Ahora bien, si no cuenta con colaboradores – puede ocurrir a menudo-  usted podrá y deberá hacer todo, por lo cual requerirá mayor tiempo de preparación.  

                En un pequeño, simple por su lenguaje pero claro e interesante libro, Luis Campos Martínez  decía: “Las imágenes se imponen directamente a cada individuo, con una gran dosis de verdad; la participación es intensa y por eso mismo peligrosa si no es controlada” El cine puede mover fácil e intensamente las emociones y, con mayor intensidad, a un espectador no educado en el lenguaje del cine: risas, miedos, llanto, nerviosismo, odios, idolatrías, simpatías…  Siempre recuerdo el llanto que estalló en medio de la oscuridad y silencio de la sala de cine, cuando mi hijo de cuatro años vio que apresaban a la mamá de Dumbo… Pronto, empezaron otros a llorar y el público a susurrar “Pobrecito…”, dando más fuerzas a sus llantos.  Es el contagio social de las emociones que, generalmente, actúa de forma inconsciente, según la psicología de masas. No se trata de quitar la magia, emoción, sensibilidad que es bueno desarrollemos todos; en este sentido el cine puede ser excelente, se trata de “sacar al espectador del sueño hipnótico en que lo ha colocado el filme, de sacudir su pasividad ante el río de imágenes y de sonidos (agreguemos ahora, efectos especiales) que lo han sumergido; se trata de equilibrar la sugestión y la fascinación del filme, que sin duda han disminuido su sentido crítico, imponiéndole no sólo sentimientos y pasiones sino una visión del mundo que busca sobreponerse  a su visión propia; se trata pues de superar la insuficiencia de conocimientos  de un fenómeno tan complejo, como es el séptimo arte…” (Cf.  Luis Campos M. Cineforo. Interpretación grupal del filme.   Ed. Paulinas, Colombia, 1989, Pág. 12 y 13)


·      ¿   ¿Qué competencias (palabra hoy de moda) potencia el cine foro?
  • Interpretación de lenguaje audiovisual complejo: todas las formas y géneros literarios, imágenes, silencios y sonidos en todas sus formas (latidos de corazón, dramatizaciones, monólogos, música…), colores,  movimientos, planos, escenografías, vestuarios, etc.)
  • Dominio y profundización de la sensibilidad y de la conciencia crítica en sus distintas formas: estética, lógica, moral, religiosa, ideológica, comercial, social. 
       Observación: El cine foro permite adoptar una perspectiva, esto es, clarificar o precisar y discutir, con el aporte de otros espectadores, sobre lo que uno vio o no vio, escuchó o no, sintió o pensó durante la proyección misma; cuando ésta no podía detenerse.  El cine foro nos da la oportunidad de volver sobre él; el director o coordinador del cine foro puede llevar algunas escenas fílmicas preparadas sobre las cuales discutir.  Recuerdo que discutir no es lo mismo que pelear; por el contrario, es correr junto a otros, con un mismo propósito: enriquecerse con el aporte que el otro nos entrega desde su perspectiva o visión; no necesariamente para aceptarla como propia sino para compartir, dialogar, conocer otras formas de ver la vida o el mundo, repensar o reafirmar la propia visión.  Nada más enriquecedor que dialogar con quien tiene una visión distinta a la de uno; el requisito es no alterarse porque el otro piensa o siente o cree distinto; siempre respetar al otro, no despreciar, no calificar a la persona pues no se discute sobre cómo eres sino sobre ideas, creencias, percepciones, sentimientos.
  • Dominio y profundización de la conciencia emocional.
  • Desarrollo de la atención visual, auditiva, cognitiva, social.
  • Desarrollo de las competencias involucradas en el trabajo en equipo  (Saber escuchar, saber expresar, saber aportar y recibir aportes, saber organizarse y administrar los tiempos)
  • Desarrollo de la propia identidad y de la sociabilidad.


  Momentos del cine foro

Preparación - Presentación del Film – Proyección - Desarrollo de guías - Discusión o Foro  - Proyección Activa

1.  Preparación.  Lo primero es pensar a qué espectador quiere dirigir la película,  luego, pensar en las características de ese público, edad, nivel instruccional, situaciones de vida que lo caracterizan (pobreza, riesgo social, víctimas de delincuencia, carencia de afectos, abusados, padres, madres solteras, padres cuyos hijos han muerto, etc.)  Es importante conocer al espectador-educando, para satisfacer sus expectativas o crearlas, no herir sensibilidades, tener un público que pueda entender el grado de dificultad que presenta la interpretación del film, ser capaz de leer los subtítulos, etc. En la elección del filme es importante considerar la duración de la proyección, de tal forma no sea agotadora para el público, considerando que luego lo más importante será el foro mismo.  El ideal es considerar que la actividad requerirá de  aproximadamente 3.30 horas, adicionando un café entre proyección y foro, de unos 15 min. Para posibilitar relajarse, adquirir energías, socializar.   La no consideración de estos elementos puede hacer fracasar su sesión, aunque haya elegido una excelente película. Sin embargo, es igualmente importante no caer en el facilismo que no educa, no enaltece ni abre mayores mundos interiores ni proyecciones de vida personal o comunitaria.  Es importante ir gradualmente subiendo el grado de complejidad, ir a filmes que requieren mayor concentración o que no tienen mayores efectos especiales, que son de otras épocas (en blanco y negro).  También es importante considerar la necesidad de quebrar el esquema de películas elegidas – si se trata de un ciclo de cine foro-  matizando,  a modo de “recreo”, con alguna película de buena calidad pero que suavice las emociones que pueden haber estado provocando lo complejo de algunas problemáticas que hayan caracterizado sus proyecciones y debates.  Para esto, elija algún filme que tenga algo de humor, romanticismo, aventura, fantasía, para no angustiar al espectador, si el ciclo, por ejemplo, ha sido sobre la violencia intrafamiliar.

      Si se trata de un ciclo de cine foro, el ideal es adoptar un criterio que dé un sentido al mismo: Películas de un Director, de una época, de una cultura, de una problemática, de una nación,  ganadores de premios de algún año específico, etc.

      Respecto este momento, es claro que el director del cine foro es el responsable de la correcta elección de los filmes; pero es obvio que puede pedir consejo a expertos, o colaboración a quien represente el parecer de su público objetivo; visionar el filme con ellos, discutirlo, así tendrá mayor claridad sobre cuáles serán las conveniencias o no de su elección, las necesidades que considerar para los pasos siguientes.


2.  Presentación del Film

      Este es el momento en que usted y su equipo de trabajo hace su presentación ante el público asistente. La finalidad de este espacio es, en no más de 5 a máximo 10 minutos, presentar el film y centrar la atención de los asistentes en una dirección común; por ejemplo, en los conflictos que puede provocar la intolerancia religiosa.  El cine foro no es una clase magistral ni una charla; no es el momento para mostrar sus conocimientos.  Lo normal es que estemos ante un público ansioso de ver la película; por lo tanto, salude, diga su nombre;  a lo más su profesión u ocupación y presente lo más relevante de la película, del director.  Si el público es de alto nivel intelectual evite leer la ficha técnica: Diga que en la Guía de Cine Foro “La Carnada”, por ejemplo, encontrarán la ficha técnica con todos los detalles y que lo único que ahora quiere remarcar es que su Director, Bertrand Tavernier, se caracteriza por transformar sus investigaciones periodísticas y documentales, en películas de interés social.  Agregue que es muy difícil encontrar sus películas en Chile; pues aquí no es conocido. En seguida, relate el argumento en forma muy simple “Tres jóvenes representan a una juventud desvinculada de la realidad; pues confunden ésta con lo que aparece en los film, en la publicidad, según los cuales  es fácil encontrar trabajo, ganar dinero, al mismo tiempo ser alcohólico o delincuente y ser feliz.  De esta forma, la protagonista pasa a ser la carnada que usarán sus amigos para atraer supuestos millonarios y así robarles el dinero con el cual, en un par de meses, suponen pondrán una tienda de alta moda y se enriquecerán.  Desgraciadamente, la realidad se cobra y podremos apreciar cómo  sólo logran volverse asesinos y terminar en la cárcel”.   Es importante, también, que aclare si el Director pertenece a un credo, ideología o ha estado involucrado en situaciones que nos pueden ayudar a comprender el porqué de su visión de mundo y luego, deducir el mensaje que desea hacernos llegar a través de  este film.

    Luego, pida que se fijen en especial en la actitud de la joven y en sus contradicciones; en la actitud que tiene cuando sus compañeros agreden, en la cárcel, en la preocupación por su agenda…  En otras ocasiones, deberá prevenir que se encontrarán con escenas muy fuertes, de tipo sexual; pero necesarias para el sentido del film… o hacer hincapié en que la película se basa en un hecho real. En fin, La presentación dependerá de la finalidad propuesta, del espectador y de usted.

      Si es la primera vez que se encuentra con este público, tal vez tenga que explicarles por qué dar a conocer el argumento y no dejar el suspenso hasta el desenlace del film.  Veámoslo.

Argumento: Quienes no conocen el sentido del cine foro u otras dinámicas para apreciar o debatir cine, encuentran espantoso que antes de ver el film se les dé a conocer que los protagonistas de “Más allá de los Sueños” mueren: primero los hijos, luego el padre y, al final, la madre quien al ser incapaz de sobreponerse a la pena y soledad, se suicida.  Este último acto la lleva  a  la antesala del infierno, de la cual la logrará salvar el esposo”.   Pues bien, para un público más experimentado en el goce estético del cine o en su grandiosidad como creación rica en enseñanzas, el argumento es lo menos importante; pues, como toda obra de arte, el mismo relato – por ejemplo, el atentado de las Torres gemelas” – puede dar lugar a decenas de filmes de diversa calidad, con iguales u opuestos mensajes, pero siempre piezas cinematográficas muy distintas; con metáforas o estilos igualmente diversos.  Tampoco es preocupante que alguien o todos digan “ya vi o vimos la película”; pues sería como decir  “Ya vi o vimos La Piedad de Miguel Ángel”   o “Ya oí u oímos Claro de Luna de Claude Debussy”   Es  más el conocer el argumento, libera al espectador de la angustia o preocupación de no saber qué ocurrirá, permitiéndole disfrutar de la película como tal y estar atento a lo resaltado, en vistas del cine foro; más aún, si queremos que disfrute de la excelencia de las actuaciones, música, colores, planos; en fin, de la belleza de la creación como tal.

      Todo otro aspecto sobre el film - contenido, locaciones, escenografía, director, actores, premios, otros filmes-  que considere pueden ser importantes de conocer por el público que tiene delante suyo, ofrézcalo como  material para actividades complementarias, evaluaciones, consulta voluntaria,  proyección con otras temáticas que pueden ser muy importantes pero distintas a las que dicen relación con este ciclo temático o finalidad.  Hoy la tecnología virtual nos ayuda: podemos ofrecer el material en un sitio web, CD, enviarlo por email a quien lo solicite, etc.

3. Proyección
                Es importante una proyección del filme que sea fiel a éste: sonido, nitidez de imagen, idioma original, subtítulos correctos, forman parte de la obra misma.  Un equipo de sonido de mala calidad, ruidos externos, falta de nitidez, dificultad para tener una visión de la pantalla completa, reflejos, quitarán mérito a la película.  En ámbitos escolares, incluso universitarios, muy bien sabemos que es difícil de disponer de las suficientes salas de proyección. La causa de este déficit no siempre es de índole económica; sino que se encuentra en una falta de valoración del cine, del desconocimiento de lo importante que es como parte de la formación cultural, profesional, personal y social.   En todo caso, entre dejar un vacío fílmico o apelar a la buena voluntad, paciencia e imaginación del espectador, debemos elegir el mal menor y arreglarnos de algún modo en nuestras típicas e incómodas salas.      

                Un punto importante es la continuidad de la proyección.  No podemos darla en dos partes;  sería como decir hoy miremos la mitad de la cara de la Gioconda y la próxima semana la otra.  Lo que sí puede hacer es ver la obra completa, hacer aunque sea algunos comentarios y, a la próxima sesión, desarrollar el cine foro.  Para ello deberá proyectar algunas partes claves del film, de tal forma dar continuidad al espectador como tal, reavivando lo que experimentara durante la proyección misma.

                Es importante la oscuridad y el silencio; pues ellos forman parte de la magia de la ficción, sólo si no se rompe el encuentro obra-espectador.  Uno de los mayores problemas es lograr un público respetuoso, silencioso, que dé el lugar que se merece a la obra fílmica.


4.  Desarrollo de guías

                Las guías dependerán de la finalidad del cine foro (curso, taller, debate), de la creatividad del director del cine foro y del público a quien van dirigidas. (Cf. Los diversos blog que he desarrollado y modelos de guías que han dado lugar, en nuestro caso, a las evaluaciones).  Independientemente de lo anterior, pienso que es importante como recordatorio, iniciar estas guías con el nombre original y en español del film, la ficha técnica (país, año, director, actores y personaje que interpretan y otros datos que considere importante), el argumento, la finalidad del cine foro.

                Dependiendo de lo numeroso de su público y de las edades, requerirá de colaboradores que puedan animar a trabajar en las guías, a no desviarse del tema y responder las inquietudes personales o de los equipos; respecto las actividades a desarrollar.


5.  Discusión o Foro
                Se realiza en torno a las actividades de  la guía; por lo tanto debe tener claro el tiempo que dará para el desarrollo de las primeras y ahora su exposición, discusión.  Dado que no hay un modelo fijo, sólo expondremos algunas consideraciones básicas:
§  Evitar que todos los exponentes repitan lo mismo.  Para ello puede entregar guías según las cuales deben realizar distintas actividades que se complementen entre sí, o, pedir que cada equipo represente un personaje distinto y desde él responda, etc.  Si entrega a todos la misma guía, puede solicitar que los distintos equipos participen dando a conocer cómo desarrollaron x pregunta y los demás complementen si   tienen algo distinto que agregar.

§   Es importante insistir en que lo importante es analizar el filme y no hacer uso de éste para exponer sus propios intereses.  Se habla precisamente de evasión cuando el filme “se vuelve un pretexto para defender y sostener las propias integraciones sicológicas y las propias opiniones sobre temas que el filme objetivamente no propone o propone de otra forma: de un filme sobre educación se pasa a enjuiciar la educación en el país…” (Luis Campos M. “Cineforo”, Ed. Paulinas, Bogotá, 1.989.  Pág. 37).
§
§  Es importante no caer en un alarde de erudición, uso de tecnicismos, donde el cine foro es pretexto para “mostrarse superior”

§  Puede terminar el cine foro – si el tiempo lo permite y los participantes no están cansados- con la proyección de las escenas de mayor fuerza expresiva (debe llevarlas editadas para no perder tiempo buscándolas en esos momentos) y un  pensamiento final y/o una interrogante que deje el camino para el próximo cine foro.     

6.   Proyección Activa
          Se puede incentivar a realizar una serie de actividades posteriores al cine foro: Si se trata de escolares del Primer Ciclo, por ejemplo, recuerdo que luego de realizar con ellos un cine foro sobre la diversidad, a partir de la proyección de Pocahontas, hicimos un concurso de afiches sobre la diversidad  de la naturaleza, de las culturas, de los movimientos de la naturaleza, de las estaciones del año.  Terminamos con lo que llamamos “El festival de las estaciones”, donde con la cooperación de los apoderados, a cada curso le correspondió una estación para luego representarla a través de comidas típicas, juegos, cuentos, formas de vestir, etc.

Guías alternativas para educar la sensibilidad y formar en valores

A. Modelo clásico para análisis de cine (debe adaptarse para el análisis de otras artes o medios audiovisuales)

1. Ficha técnica.
2. Datos interesantes Autor o Director del film
3. Breve argumento
4. Consideraciones importantes sobre momento social en que surge el film o relción con el momento actual.
5. Valores (en sentido estricto, virtudes) y disvalores (vicios) que encarnan los personajes.
6. Escenas fílmicas de fuerte poder expresivo moral
7. Análisis ético del film: ¿El bien y el mal se presentan como tales, no se consideran o confunden?
8. Mensaje educativo o enseñanzas.
9. Espectador recomendado: toda la familia, niños o adolescentes con discusión familiar o por parte de educadores, adultos con criterio formado
10.  Guía didáctica (Actividades a realizar con un público definido)


B. Modelo de análisis fílmico basado en la forja del héroe.
Observación: Es importante tener presente que existen dos tipos de film u obras: aquellas en que el héroe aparece desde un primer momento como tal; pues su forja tiene antecedentes extra film  y aquellas cuyo desarrollo en gran parte es, precisamente, la forja del héroe. Importante aporte nos hace al respecto Antonio Sánchez-Escalonilla, en su libro "Guión de aventura y forja del héroe" Ed. Ariel Cine, Barcelona 2002.
1. Ficha técnica.
2. Datos interesantes Autor o Director del film
3. Breve argumento
4. Consideraciones importantes sobre momento social en que surge o se recomienda la visión del film.
5. La forja del héroe
a) Características del protagonista(s) (héroe) en sus inicios.
b) Situación que le lleva a convertirse en un héroe (motivación, finalidad). Contra qué debe luchar.
c) Virtudes que debe procurar o fortalecer
d) Mensaje final del film respecto del ser humano que asume valores
6. Guía didáctica (Actividades a realizar con un público definido)


                                               Hotel Rwuanda; un film basado en la historia real 
                                                                 de la forja de un héroe.
http://www.youtube.com/watch?v=yS0Sy7eu42A

                Es interesante el análisis del cine como recurso educativo para formar en valores. Las películas de forja de valores, tal como lo expone Sánchez-Escalonilla- siguen el modelo de los cuentos de hadas "Una princesa (representa el bien o la inocencia) es prisionera de un ser malvado. Una persona (príncipe, zapatero, mendigo o librero), quien hasta entonces vivía en un mundo habitual, se ve enfrentado a la alternativa de no cambiar su estilo de vida o detenerse para asumir la responsabilidad de proteger y salvar a quienes representan lo noble, lo correcto. Puede tratarse de personajes fantásticos o reales (Desperaux, Guido o Verónica Guerin). Los malos pueden ser las ratas, los nazis o los traficantes de drogas.

08. VALORACIÓN ÉTICA DEL CINE. LEER...

Observación: Puesto que a menudo, usamos los términos ética y moral, es necesario recordar su conceptualización base, de tal forma aclarar el sentido de su usos o referencias.

Llamamos ética a la disciplina filosófica que estudia la moral (del mismo modo que, análogamente, llamamos biología al estudio de la vida).

Llamamos moral a esa dimensión propia del ser humano que le va otorgando a su ser un perfil de bondad o maldad, honestidad o deshonestidad, dependiendo de su actuar  correcto o incorrecto, conforme o no con el deber ser y no meramente con el poder ser.  Se entiende por bien moral aquel que logramos por mérito propio, dominando nuestros impulsos destructivos y adquiriendo la fortaleza para actuar conforme a lo que realmente nos perfecciona – a pesar de los obstáculos y sufrimientos que ello nos pueda ocasionar- de tal modo realizarnos como seres humanos justos; tanto en forma personal como interpersonal y social en general.

      Cualquier valoración ética es difícil; implica un juicio sobre la perfección moral de una persona; sobre sus intenciones, acciones y obras; sus vicios y virtudes... Valorar supone, por lo tanto, una postura o visión sobre un ideal de perfección que nos permita luego afirmar si nuestros actos reafirman ese ideal o, por el contrario, atentan contra él. Es, en este sentido, que hoy nos proponemos averiguar cuáles son los principios que debiéramos tener presente para direccionar, fundamentar y delinear los límites y alcances de los juicios éticos que se emiten y emitimos sobre el cine.


·      La importancia de la madurez moral del espectador

                El cine, como toda obra, se propone ante la mirada de un espectador.  Una película no será  interpretada ni influirá del mismo en un espectador que tiene una actitud crítica, convicciones, equilibrio emocional, nivel intelectual que, en otro espectador,  pasivo,  sin convicciones, sin una visión clara de su propia identidad y, por lo mismo, fácilmente influenciable; ya por su corta edad o por la  falta de conocimientos y de experiencia; ya por una discapacidad o por no conocer el lenguaje fílmico. La formación de un espectador crítico de cine es compleja por la riqueza de este mismo, ya que encierra en sí todas las artes: su apreciación encierra valores estético - poéticos, intelectuales, morales.  Así, excelentes filmes  como “Requiem por un sueño” o “La naranja mecánica”, no deben ser llevados a un aula de escolares básicos; no porque sean en sí inmorales o nocivos; sino porque estas películas no son para cualquier tipo de espectador: no son para una persona ya con psicopatologías o desequilibrios emocionales, como tampoco para personas de niveles intelectuales bajos. Un niño de diez años, por ejemplo, aún no está capacitado, en ningún sentido, para entender y enfrentar sin distorsiones, la visión de escenas muy fuertes de destrucción moral y emocional del ser humano.  Inmoral sería quien expusiera a un niño a esa proyección; como también sería inmoral quien lo expusiera al peligro de dejar a su alcance remedios, cuchillos, líquidos corrosivos, agujas, etc.

Luis Campos agrega, en su libro “Sentido y juicio ético ante el cine”, ed. Paulinas 1989, pág. 37: “…al menos para personal adultas el cine es más una revelación de lo que es el espectador que una causa influyente sobre él.  El filme es, más bien, una ocasión para que el espectador proyecte su propio subconsciente.  (…) En este caso, el cine sólo sería un estímulo, o a lo más una tentación, ante lo cual espectador demostraría aquello que es”.  De ahí la importancia dela censura no del film mismo, sino del espectador por su condición de inestabilidad moral o emocional.  Luis Campos agrega: “El espectador ideal sería el que fuese tan maduro que no le ocasionase daño ver la opinión de los demás, aunque esta opinión sea contraria a su moralidad y a sus ideas”.
 
·      A      Actitud moral del director del filme

Lo primero que debemos aclarar es que nos referimos a la moral de una persona no en cuanto persona, o en cuanto gestor o administrador de las relaciones interpersonales y laborales del equipo de filmación que trabaja a su cargo.  Así, en este sentido, no nos atañe la moralidad o inmoralidad de quienes han sido acusados, por ejemplo, de abuso sexual como Woody Allen o Polansky; ni siquiera hacemos referencia a la acusación de plagio de que fuera objeto el primero, en relación con el guión de su filme “Vicky Cristina Barcelona”. 

Cuando hablamos de la actitud moral del director del filme, hacemos referencia a la huella moral dejada en la obra fílmica; la cual – para bien o para mal- cobra independencia del mismo autor. Hablamos, entonces, de una ética del ser humano en cuanto “creador” de una obra que expresa su intención moral más allá de los tiempos y espacios.  Análogamente, hablamos de la moralidad del acto de creación de la bomba atómica: ésta fue creada por alguien, en un momento y espacio de la historia, con intenciones destructivas; sin embargo, su creación  trascendió al autor de la misma: ya  no podemos deshacernos de ella; su imperio de amenaza trasciende la vida y muerte de su creador.   La pregunta, entonces es: esta obra cinematográfica, tiene un propósito de hacernos mejores, de llevarnos a tomar conciencia de nuestras falencias morales: intemperancia que nos lleva a la ira, a las drogas, a las violaciones; imprudencia que nos lleva a arriesgar la vida por nada; debilidad que nos lleva a  abandonar a los hijos por no comprometernos con nada; injusticia que nos lleva a la avaricia y a despojar al otro de lo que merece…  El filme ¿nos muestra el mal actuar como mal o nos confunde hasta hacernos rogar que no pillen al asaltante porque se nos presenta como un ser tan carismático o atractivo? 

           Las películas de Kubrick, Aronofsky, Meilleres,  por ejemplo, expresan mucha violencia pero no son violentas sino que denuncian lo destructivo de ella: son un grito desesperado de artistas del cine que nos piden: no más violencia, no más destrucción, no más autodestrucción, no más exigencias que aniquilan porque están más allá de nuestros límites, no más odio, no más totalitarismos, no más mecanización ni erotización del ser humano.”

En la Naranja Mecánica, Kubrick “nos presenta un joven robotizado (Clockwork: Que se le da cuerda).  Alex está tan condicionado por la sociedad como luego lo estará por el sistema de tratamiento.  Es violento y violador porque la sociedad en que vive está supererotizada (recordemos las ambientaciones y adornos de las casas) y es ultravioleta (nadie se fía de nadie; la tortura es la manera de imponer “la ley y el orden” “(Ibíd. Pág. 43).  Es claro, entonces, que nos preguntemos ¿Se muestra en los filmes el amor como amor o se intenta mostrar como tal lo que no es más que un juego emocional o pasional de un momento sin mayores compromisos?   Al encender el televisor es mucho más fácil encontrar programas o publicidad que juega con el erotismo y no que intentan visionar el amor en cualquiera de sus formas. 

  La inmoralidad está, entonces, en quien hace del cine un instrumento para destruir, para confundir; ya con fines ideológicos o con fines meramente comerciales (la pornografía, las drogas, el sensacionalismo, lo superficial, son de más fácil y mayor venta)

·      Pluralismo y ética

                Existen diversas corrientes éticas, dependiendo de la visión antropológica que se tenga del hombre, esto es, de las ideas y creencias que se tengan sobre nuestra esencia, origen, destino y la finalidad que demos a nuestra existencia.  Por lo mismo, dependiendo de la visión que tenga el director de cine, dependerá también el mensaje que nos ofrecerá su filme.  Esto dará lugar a debates sobre la moralidad o inmoralidad del filme, dependiendo de las ideas y creencias del espectador que muchas veces se sentirá felizmente interpretado y otras, cruelmente ofendido.   Lo importante es darse cuenta de la visión de hombre, de mundo, de Dios que está tras el film y, con madurez y respeto, discutirla.  No para cambiar al espectador que piensa distinto sino para enriquecerse con el otro que también  es auténtico y respetuoso con las creencias del otro.  Por supuesto, que un debate ético del cie, en estas profundidades, requiere de una gran madurez, capacidad de escucha y de diálogo; tanto del educador o moderador de un cine foro, como del espectador.  Desafortunadamente, es muy fácil caer en la pelea, en la burla, en el desprecio o en la indiferencia con el interlocutor distinto; cuando, en verdad, es quien tiene otros planteamientos sobre la vida, quien nos ayuda más a revisar e incluso consolidar los propios.  Lo importante es la discusión con el alma limpia; sin manipulaciones por parte del director de cine, del educador o moderador del cine foro o de los espectadores.

Consecuentemente con lo expuesto, obtendremos una mejor comprensión del filme, conociendo la biografía de su director.


·      E   Es inmoral el cine que profana la persona

Uno de los peligros éticos del cine es la profanación de los actores y, consecuentemente, del espectador.  ¿Cuáles deben ser los cuidados que debe tener el director al pedir a un niño – por ejemplo- que actúe la escena de un niño violado o cruelmente asesinado o poseído?  ¿Cuándo el filme cae en sensacionalismo, violentismo o pornografía? Estos son los temas que un educador debe tener claro.  La maestría del director de cine está en su creatividad.  Ninguna escena nos hace sentir más la perversión de los guardias que violan a los niños de “Los hijos de la calle” y sin mostrar la violación misma: la vemos en nuestra alma: en el pantalón que cae sobe los zapatos de un niño al que al mismo tiempo lo obligan a rezar en vos alta el rosario, en el túnel que te aniquila, en esa cámara que da vueltas, en el ya hombre, frente a un Cristo crucificado, recordando estas imágenes.  El gran cine no muestra: EXPRESA.  Es como el amor: se expresa a través de los cuerpos que se abrazan; pero no se muestra; pues también los que no se aman se pueden abrazar…

LEER: Alfonso López Quintás clausura el I Congreso sobre Cine y Educación afirmando que el cine ayuda a superar la actual emergencia educativa.

 http://www.cinemanet.info/2011/10/alfonso-lopez-quintas-emergencia-educativa/


07. MEDIOS AUDIOVISUALES Y FORMACIÓN EN VALORES

The secret life of bees (La vida secreta de las abejas)

      En esta Unidad me remitiré a exponer lo que siempre enseño a mis alumnos: la mirada educativa de los medios audiovisuales.  Por lo tanto, para mis alumnos antiguos no será novedad sino recordatorio y para quienes por primera vez se inscriben conmigo se darán cuenta que se trata de algunos conocimientos muy básicos.

       “El cine encierra en sí mismo un enorme potencial formativo si lo utilizamos con un método             pedagógico adecuado. Se convierte así en un inestimable recurso para ensanchar las bases de la          formación humanística de niños y jóvenes, y orientarles en temas como el materialismo desenfrenado, la violencia, la promiscuidad sexual y el consumo de alcohol y drogas. Si les ayudamos a captar la honda vida humana que encierran las historias que ven en la pantalla, aprenden a interpretar la vida. (…)  Una larga experiencia me ha llevado a la conclusión de que, en la actualidad, lo que procede no es tanto «enseñar» valores a niños y jóvenes cuanto «ayudarles a descubrirlos». De esta forma, ven a salvo su libertad de búsqueda y su capacidad de iniciativa, y se persuaden interiormente de la importancia de los grandes valores para su vida. Lograr esa forma de persuasión interior es ineludible pues lo decisivo en la formación no es tanto conseguir que los alumnos aprendan determinados contenidos cuanto que fragüen convicciones profundas acerca de las cuestiones básicas de la existencia. Es distinto saber y estar convencido. Uno se convence de algo cuando lo ve con esa penetrante mirada interior de la que nos han hablado los grandes maestros de la vida intelectual y espiritual, desde Plotino y san Agustín hasta Thomas Merton y Romano Guardini, dos pedagogos de alto estilo. «Nuestra época va comprendiendo claramente -escribe Guardini- que "formar" es algo distinto de "enseñar", algo  distinto de la adquisición de la ciencia y la ordenación del saber […] No se trata de exponer normas ya listas -agrega-, sino de ayudar a buscarlas y descubrirlas», de forma que quien las conozca se encuentre interiormente comprometido con ellas y, cuando las exponga, «hable de una verdad que le afecta»”  (Alfonso López Quintás en el Prólogo del libro de Mª Ángeles Almacellas. “Educar con el cine. 22         películas” Ed. Internacionales Universitarias. Madrid,. 17)

         A través del cine se adquiere una sensibilidad especial; en este sentido, podemos hablar de una sensibilidad cinematográfica, de una cultura cinematográfica y, por lo mismo, de una educación para el cine.

          Educar para el cine implica aprender a ver cine: aprender su lenguaje, pero, principal y primeramente, aprender a ser espectador del mismo. El gran cine requiere de un gran espectador que haya aprendido el arte de contemplar (pedagogía de la admiración), de interpretar una obra que juega con tiempos y espacio, con escenografías donde nada es casual, con personajes, diálogos, sonidos y silencios, colores, movimiento, dramatización…  El cine es arte que, como tal, nos exige sensibilidad y creatividad para entrar en diálogo con el mundo que sus autores nos ofrecen. A través del visionado de filmes, documentales, fotografía, música, canciones, en fin, de obras de arte, podemos ir afinando nuestra mirada dialógica, valórica; nuestra sensibilidad estética y afectiva, moral…. Aprehendiendo y disfrutando de situaciones ficticias de gran poder expresivo, que resguardan la intimidad, podemos discutir temas que pueden afectar a muchos; sin temor a hacerlos públicos. ¿No es lo mismo que exige un mundo que quiere ser respetado, valorado, reconocido en su nobleza? Cuánto daño hace el profesor que delante de todos dice al niño o joven: “Los alcohólicos como tú…” “Los ladrones como tú…”  Enseñar a través del cine, la foto, el cuento… nos permite resguardar la intimidad, el pudor nuestro y de nuestros educandos, al mismo tiempo que hablar de los temas que más tallan nuestras almas.


  1. “Existe una sensibilidad inicial para el cine, que se puede ir trans-formando en una cultura, en un hábito cinematográfico, en un saber que, a su vez revierte de nuevo en una mayor sensibilidad para el cine, y, en definitiva, para las cosas que el cine nos cuenta. He ahí el carácter educativo del arte cinematográfico”. (Carmen Urpi “La virtualidad educativa del cine” Ed EUNSA, Pamplona, 2000. Pág.137).

               El lenguaje del cine es poesía de tiempos, espacios, sonidos y silencios, palabras, movimiento. Para un conocimiento básico del lenguaje del cine, remito a un mayor y valioso material educativo que pueden encontrar en el sitio Web de Enrique Martínez-Salanova Sánchez:                                                                   http://www.uhu.es/cine.educacion/cineyeducacion/lenguajecine.htm

 
 Juego de tiempos y espacios
Música en el cine
                                                                Canciones en el cine
               Pues bien, el cine con su lenguaje mágico nos permite vivenciar mundos que de otra forma nos serían desconocidos o lejanos.  Se trata de una vivencia que, como espectadores, nos involucra por entero:  intelectualmente, el filme nos lleva a imaginarnos lo que acontecerá, debemos deducir, completar los vacíos de tiempos y espacios, hacer analogías con situaciones reales; criticar  tanto a personajes de ficción como a actores y director de cine, guionista… Nos planteamos valórica y afectivamente ante los personajes y desarrollo de la trama; nos emocionamos y al mismo tiempo criticamos. 

               La película nos entrega una mirada crítica de un aspecto del mundo: la mirada del director de cine… Una mirada que se presta para la conversación, la discusión posterior; pues podemos estar o no de acuerdo con esa mirada.  De ahí la  importancia de la técnica del cine foro como forma de analizar un filme, estética, moral, religiosa, tecnológica y científicamente.  Respecto esto último, hoy se hace uso del filme en carreras como medicina, psiquiatría, psicología, historia, filosofía, arte y educación en general. 

      El lenguaje del cine es complejo, juega con  tiempos y espacios; a través de planos, movimientos de cámara, computación, sonido, vestuario, escenografía, dramatización….  No cabe duda que implica una mente alerta; experimentada en cine, pues el ver otra vez películas va dando una especie de agilidad de observación e interpretación de muchos elementos simultáneos.  Por ello, una gran película es una obra de arte que podremos ver miles de veces; pues siempre sentiremos el mismo goce estético pero cada vez iremos descubriendo más de su mensaje.  En una película tenemos que distinguir su dimensión técnica, por la cual podemos criticar si los efectos especiales estaban bien logrados; si el sonido, los planos, color, movimientos de cámaras eran los adecuados.  Pero no es este aspecto técnico suficiente para evaluarla como excelente o no; pues la tecnología es un medio que, en cuanto tal, debe ser evaluado respecto si cumple o no con su misión y función: dar espacio a la creatividad de una obra de arte bella que, además, exige la entrega de un sentido o mensaje.

               Al respecto, es importante la distinción entre lo cinematográfico y lo fílmico; donde lo primero hace referencia a lo técnico y lo fílmico a lo estético y a su mensaje.  En la complementariedad de ambas dimensiones, se basa la belleza del cine, su carácter mágico y educativo. A través de la tecnología, de la imagen cinematográfica,  el cine consigue un  efecto de registro de realidad; por medio de lo fílmico el cine logra en el espectador una impresión estética y de realidad creíble, verosímil (no veraz pues el espectador está consciente de que se trata de una ficción y no de algo real).  Es esta verosimilitud la que desencadena la participación afectiva  del espectador.  Para que el filme sea verosímil no se requiere que lo que se cuente sea posible; pues aunque se trate de algo absolutamente fantástico, sólo se requiere que sea creíble; lo que se logra respetando la lógica interna de la irrealidad, de la ficción que crea una impresión de realidad mágica que el espectador acepta.  Por ello, las películas fantásticas igualmente efectivas para transmitir valores; pues requieren de la imaginación creativa que enlaza fácilmente con los afectos y valores. 

06. PEDAGOGÍA DE LA SENSIBILIDAD Y FORMACIÓN EN VALORES


Educar la sensibilidad implica enseñar a valorar… Valorar diversas situaciones que van construyendo la historia de nuestras existencias; una historia que vamos elaborando segundo a segundo; ininterrumpidamente… Porque esto es lo único real: La historia de nuestra vida que se va conformando de acuerdo con las decisiones que tomamos frente a las también ininterrumpidas situaciones que debemos enfrentar: Los demás deciden y esa decisiones nos afectan; seamos conscientes de ello o no; nuestras decisiones también afectan a los demás… A veces, las consecuencias son inmediatas, directas; otras, no… se suceden en una inacabada cadena de situaciones   La escritora Marguerite Duras, lo expresa muy bien en su novela autobiográfica “El amante”, escrita cuando tenía setenta años:
 “Ahora comprendo que muy joven, a los dieciocho años, a los quince años, tenía ese rostro premonitorio del que se me puso luego con el alcohol, a la mitad de mi vida.  (…) Quince años y medio. La travesía del río. (…) Debió de ser en el transcurso de ese viaje cuando la imagen se destacó y alcanzó su punto álgido.  Pudo haber existido, pudo haberse hecho una fotografía (…) Pero no existe.  El objeto era demasiado insignificante para provocarla. ¿Quién hubiera podido pensar en eso? Sólo hubiera podido hacerse si se hubiera podido presentir la importancia de ese suceso en mi vida, esa travesía del río” (M. Duras, “El amante”. Ed TusQuets, Barcelona, 1991, Pág. 15-16).   Así es, no hay una foto de ese momento de la vida de Marguerite que marcó la historia de su vida, un día aparentemente como cualquier otro que creemos no volveremos a recordar pues aparece rutinario.  Pero esta vez apareció una limusina y en ella aquel elegante chino que la mira para luego entablar una conversación… Marguerite tiene quince años y medio; él veintisiete… Ella decide responderle; luego aceptará la lleve a casa… A partir de entonces, vendrán otros encuentros y muy pronto la decisión de estar repetidas veces junto a él, en ese departamento donde ella decide no lo amará sino será el medio de llevar el sustento monetario que necesita su madre para mantener a su pequeño hermano y al otro, al irresponsable, al que los hiere… Él le dirá constantemente que la ama; pero ella es muy niña para saber lo que es amar y pesan las palabras de su madre sobre ella: lo mejor que puede hacer como mujer es lograr un hombre con dinero… Año y medio después, el chino de Cholen insistirá que la ama y que ella debe decidir: Por razones de tradición, él debe casarse con quien su padre ha decidido debe hacerlo, desde que era niño; él está dispuesto a renunciar a todo por ella… Marguerite insistirá en que no le ama; le dice que se case y que a ella le dé dinero para regresar a Francia, en barco, junto a su madre y hermanos… El día de la partida la limusina estaba allí, ella en la borda,  como la primera vez en el transbordador.  Ya entrada la noche, en el gran salón del puente principal, se dejó oír un vals de Chopin… Entonces se produjo un salto en la vida de Marguerite “Y la joven se levantó como para ir a su vez a matarse, a arrojarse a su vez al mar y después lloró porque pensó en el hombre de Cholen y no estaba segura, de repente, de no haberle amado con un amor que le hubiera pasado inadvertido por haberse perdido en la historia como el agua en la arena y que lo reconocía sólo ahora, en este instante de la música lanzada a través del mar” Y Marguerite envejeció porque descubrió muy tarde quién era ella y quién era él y su amor… Un día, en París, luego de cuarenta años, después de la guerra, bodas y divorcios, hijos y libros, la escritora recibió una llamada telefónica: “Ella le reconoció por la voz. El dijo: sólo quería oír tu voz.  Ella dijo: soy yo, buenos días. (…) Y después  ya no supo qué decirle.  Y después se lo dijo.  Le dijo que era como antes, que todavía la amaba, que nunca podría dejar de amarla, que la amaría hasta la muerte” (Ibíd. Pág. 146)
 Nadie sabe con anticipación, cuál será el momento de las decisiones más importantes… Lo sabremos luego, por las consecuencias… las decisiones tomadas por Marguerite Duras, entre los 15 años y medio y los dieciocho años, marcaron toda su vida y la de aquel hombre; las decisiones de su madre la marcaron desde niña a ella… Marguerite se fue revistiendo de una coraza para  no amar… peor aún; para no amarse.   La forma de defenderse fue hacerse insensible, indiferente a su propio ser y al de otros. ¿Consecuencias? Sufrió e hizo sufrir.
Uno de los factores que influyen en la mala toma de decisiones, es el no apreciar, el no saber valorar las situaciones posibles o actuales ante las cuales nos encontramos.  Una especie de ceguera afecta al ser humano que lo lleva a arrasar con todo lo valioso, incluso consigo mismo; una insensibilidad para apreciar la belleza, la bondad, la lealtad, lo sagrado o digno…
                En esta Unidad, propondré algunos principios y virtudes vinculadas a ellos, que debiéramos tener presentes, si nos proponemos educar la sensibilidad para formar en valores.   
  1. Distinguir entre juicios de valor (axiológicos), juicios afectivos, juicios sobre sensaciones, juicios respecto ideas, juicios de fe o creencias.
  2. Distinguir entre las realidades - objeto o útiles y realidades - transobjetivas o dignidades.
  3. Distinguir entre cuerpo y corporalidad.
  4. Despertar sentimientos nobles y educar las sensaciones para actuar noblemente.
  5. Aprender el asombro y la admiración
  6. Aprender a recordar, imaginar  e idear fantasías
  7. Restablecer el vivir por un ideal y felicidad
  8. Distinguir entre hecho y acontecimiento; significado y sentido; producto y creación.

1. Distinguir entre juicios de valor (axiológicos) y  juicios afectivos,  sobre sensaciones, ideas y creencias.
   C.S. Lewis, autor de las Crónicas de Narnia, muy molesto reclama sobre los riesgos de confundir lo que es emitir un juicio sobre una teoría o ideas  con juicios valóricos y afectivos:
                                “Dudo que prestemos suficiente atención a la importancia que tienen los textos escolares           básicos. Tal es el motivo que me ha llevado a elegir como punto de partida de estas conferencias un      pequeño libro de lenguaje destinado a "niños y niñas que cursan sus últimos años de escuela"              (…) No quiero       poner en ridículo a dos modestos profesores que hacían lo mejor que podían; pero tampoco puedo          guardar silencio ante lo que creo la verdadera tendencia de su obra. Por lo tanto, he decidido ocultar sus          nombres. Llamaré Gayo y Tito a estos dos señores, y a su obra, El libro verde. Pero les aseguro que este   libro       existe y que lo tengo en mi biblioteca.
                               En el segundo capítulo, Gayo y Tito citan la conocida historia de Coleridge en la cascada. Recordemos       que había dos turistas presentes: uno la llamó "sublime" y el otro, "linda"; y que Coleridge mentalmente            aprobó   el primer juicio y rechazó con disgusto el segundo. Gayo y Tito opinan lo siguiente: "Cuando el           hombre dijo Esto es sublime, parecía referirse a la cascada... En realidad... no estaba hablando de la cascada,             sino de sus propios sentimientos. En efecto, lo que estaba diciendo en realidad era Tengo ciertos       sentimientos, asociados     en mi mente a la palabra 'sublime'... o más brevemente: Tengo sentimientos      sublimes.
                               He aquí varios temas bastante profundos, tratados un poco a la ligera. Pero los autores aún no han            terminado. Añaden: "Esta confusión está siempre presente en el lenguaje, en el uso           habitual que hacemos        de él. Parecemos estar diciendo algo muy importante sobre una cosa y, en    realidad, sólo decimos algo              sobre nuestros propios sentimientos". (“C.S. Lewis “La abolición del        hombre”. Ed. Andrés bello, España,                200, pág. 11-12)
               
                Muy molesto, Lewis aclara que la expresión de uno de los turistas “es sublime” surge ante la admiración por la magnificencia, grandeza, perfección de la cascada, del paisaje.  Se trata de un goce estético, es decir un goce ante la belleza que, en este caso, hace referencia a la perfección de la naturaleza. Es símil a cuando ante la visión del filme “Anjos do sol”, en el cual vemos como una mujer se enriquece con la compra y venta de niños para su comercialización sexual, exclamamos: “Es depreciable”.  Lo despreciable es la acción de esa mujer.  Al decir despreciable, estamos valorando una acción como perversa, no digna de ser apreciada, pues atenta contra todo valor.  No es una expresión que aluda a que  nuestros sentimientos son despreciables. 
                "Hay formas distintas de belleza. Entre ellas destaca lo sublime, lo que nos asombra por su grandeza y valor, y nos invita a elevarnos a su altura. Esta elevación sólo podemos llevarla a cabo si somos sensibles y receptivos. (...) Cuando se piensa en lo pobres, se lamenta automáticamente su carencia de alimento, vestido y hogar. Pero se alude menos a la sordidez del ambiente y a la fealdad del entorno. Parece olvidarse que la belleza va de la par con la verdad y la bondad. Son tres lo ejes de la vida humana normal" (Alfonso López Quintás en "El Libro de los valores" que escribiera junto a Gustavo Villapalos. Planeta 1998. España, p. 351 y 353).  Por su parte, Anthony de Mello en su relato "Un minuto para el absurdo" nos cuenta:
"El maestro le dijo a un asistente social: - Me temo que estás haciendo más mal que bien.
- ¿Por qué?
- Porque únicamente subrayas uno de los imperativos de la justicia.
- ¿A saber...?
- Que los pobres tienen derecho al pan.
- ¿Y cuál es el otro?
- Que los pobres tienen derecho a la belleza. (Sal Terrae, Santander 1993, p.134)
                Así la educación estética (de la belleza) es parte de la formación de la persona como tal, de toda persona y todo acto personal. Es la formación del hombre como contemplador. Enseñar a vivir la vida y cada uno de sus actos en forma bella, para ser mejores personas, es nuestro reto. Es la belleza del ser la que tiene manifestaciones o proyecciones sensibles para las cuales hay que educar la sensibilidad. La educación de la sensibilidad o estética – de la belleza- impulsa la ascensión del hombre desde lo visible a lo invisible.
                Es respetable, justo, correcto, perverso, injusto, prudente, miserable, respetable, importante, despreciable, digno, indigno, honesto, etc., son afirmaciones que tienen que ver con valores éticos (vinculados al bien o mal actuar moral).  Es bello, es feo; no es armonioso; tiene que ver con valores estéticos. Es verdadero, es falso, es ambiguo; dice relación con valores del intelecto. 
                Afirmaciones respecto sentimientos son: Lo amo, tengo cariño, afecto, ternura, odio, antipatía, alegría, tristeza, temor, angustia, pena… etc.
                Juicios sobre sensaciones: me agrada este sabor, es lindo este color, tengo hambre, estoy mareado, tengo frío, siento placer… etc.
                Juicios  sobre ideas son: La ley de gravedad consiste en…  El átomo de uranio… las palabras esdrújulas son…
                Juicios sobre creencias: Dios existe, Dios no existe, existe la rencarnación, con la muerte termina la existencia, después de la vida vamos a otra dimensión…. etc.
                Respecto a los profesores que Lewis critica, además, ellos emiten otro juicio de valor cuando dicen: “Parecemos estar diciendo algo muy importante sobre una cosa y, en realidad, sólo decimos algo sobre nuestros propios sentimientos “.  Hacen una valoración de los sentimientos como algo poco importante, esto es, no valioso. 

2. Distinguir entre las realidades - objeto o útiles y realidades - transobjetivas o dignidades.
                Debemos enseñar a distinguir las realidades materiales –visibles, objetivables- de las realidades transobjetivas, esto es, no materiales, por lo tanto, no reducibles a objeto o cosa.  Alfonso López Quintás cuenta la siguiente anécdota:                 “Le pregunto a un niño de unos cuatro años si tiene un pañuelo, y me dice que sí. « ¿Dónde lo tienes», agrego. Y él señala el bolsillo. Hago lo mismo respecto a un bolígrafo, y el niño me indica que lo tiene en la carpeta. Hasta aquí todo transcurre de forma normal. El niño no muestra la menor extrañeza ante mis preguntas. Pero seguidamente le pregunto cuántos años tiene. El extiende sus deditos y me dice «cuatro». Entonces, con toda seriedad le pregunto dónde los tiene. De ordinario, el niño se queda mirándome, no responde y esboza una sonrisilla. Esta sonrisa denota que mi pregunta le resultó chistosa. De hecho, es un chiste. El niño no sabe dar razón de ello, pero intuye que algo en mi pregunta no encaja. Y, como la falta de encaje es provocada por un descenso de nivel, le resulta cómico” http://cerezo.pntic.mec.es/~alopez84/curso/modulo1/lecti29.html#009
                Tenemos las realidades “objeto”, “cosa”, “cuerpo”, “materia”, perfectamente delimitables en el espacio, visibles, mostrables.  Pañuelo, bolígrafo son “cosas”, ocupan un lugar en el espacio; por lo tanto, tiene sentido preguntar dónde están. La edad de una persona, su alegría o angustias, corresponden a otro tipo de realidades; se trata de realidades transobjetivas, personales, no son cosa ni parte de una cosa u objeto guardable o mostrable.  La belleza personal, por ejemplo, pertenece a un ámbito personal, un ámbito superior al cuerpo, un ámbito muy real pero no visible ni mostrable sino expresable a través de una biografía, una mirada, una acción, una obra… Por supuesto, se trata de realidades sólo captables por quienes tienen la sensibilidad para hacerlo.  En el caso  que cuenta López Quintás, el niño no entiende, no puede dar una explicación académica sobre dónde tiene guardados sus cuatro años; sólo sonríe porque intuye que la pregunta no tiene sentido; es un absurdo.  Lo mismo acontece cuando nos preguntan cuánto amamos a alguien… ¿Un kilómetro, una tonelada? De ahí las respuestas de quienes intentan expresar todo su amor con un: “Te amo de aquí al cielo o a la eternidad”. 
                Así, debemos educar para distinguir casa de hogar; edificio de universidad, perro de compañero de ruta, alumno de persona humana, llanto de dolor, felicidad de placer, instrucción de educación… Mientras no distingamos estos diferentes niveles de realidad, seremos seres personas insensibles que no sabemos de ciencia, arte, política, patria, naturaleza, religión, familia, amistad, educación o amor pues pondremos en un mismo nivel de jerarquía lo comprable y lo digno; lo urgente y lo valioso, lo profundo y lo superficial, la presencia y la apariencia.  
·         Respeto: La distinción entre realidades – objeto y realidades - transobjetivas, nos vinculará necesariamente con la virtud que llamamos respeto.  El respeto es la actitud ante un igual, es la actitud de dignidad ante otra dignidad, el reconocimiento de su valor como  persona.  También se llama respeto reverencial a aquel que manifestamos ante quien reconocemos como superior en una dimensión en la cual nosotros nos encontramos en un nivel inferior: Podemos sentir un gran respeto por un gran artista, por un ser de actuar heroico, por un gran médico o científico, educador, religioso, etc.  El símbolo de todo respeto es la reverencia.  

                La realidad cosa es objeto y nada más.  Ahora bien, un objeto puede ser elevado a nivel personal, pasando a ser una expresión personal más, esto es, se reviste de la dignidad personal que le dignifica, personaliza: Así, el cuerpo ya sin vida de una persona, una obra de arte, las realidades que llamamos mi casa, mi escuela, mi país, mi bandera, mi rosa decía el Principito, mi mascota, mi anillo de compromiso…  Así, la bandera, los símbolos religiosos, tu casa… pasan a ser  respetados en cuanto representan una historia de vida personal.

·         Burla, escarnio, desprecio: Por el contrario, la expresión de falta de respeto es la burla con la cual pretendemos rebajar la dignidad de un ser personal ante otras personas: La burla es, por otra parte, expresión de malquerencia o sentimiento de placer que surge al dañar la imagen de otro, rebajando su dignidad. El escarnio es la burla llevada al máximo, expresando una odiosidad difícil de conciliar pues involucra al ser completo como persona y no a un aspecto de él como sería el caso de un burla que a veces es producto de una insensibilidad por parte del burlesco o situación momentánea.  La malquerencia es distinta al desprecio  pues al despreciado se lo excluye de toda atención.  Quien desprecia no nombra al despreciado.

·      Gratitud es otro de las virtudes a formar: Gratus, agradar, agrado, gratitud, gratuito, congratular, gratificar, agradecer... Recibir un don, un regalo, nos agrada y lo agradecemos ¿o no? Se agradece no propiamente lo regalado sino el acto de regalar, la benevolencia puesta en él; su gratuidad. Por ello cada regalo es único; porque el acto de regalar es único. Es cierto que muchos degradan el acto de regalar, convirtiéndolo en una verdadera transacción comercial, en un negocio. Sólo quien es capaz de ir más allá de lo objetual es capaz de descubrir los valores más altos, inscritos en las acciones más simples, en las realidades más aparentemente pequeñas. Sólo el hombre que respeta puede descubrir el valor de la existencia y agradecer se le haya sido donada y puesto en el centro del infinito Universo.

                El ser humano sensible ama, respeta, agradece.  Agradezco tu existencia dice el amado. Agradezco mi existencia, la del Universo y las potencialidades para constituirse en descubridor y co-creador. Es más, conscientes de no haber sido los creadores de la propia existencia, ni del Universo, surge una mayor gratitud porque se está consciente de que son dones. Únicos, irrepetibles, irreemplazables en medio de tanta inmensidad y misterio, con la capacidad de ser conscientes de todo ello y de direccionar las potencialidades que se nos ofrecen, dando un perfil a este Universo… Beethoven, Neruda cada uno trascendiendo a través de sus obras que nos privilegian. No cabe duda; la alternativa es ser agradecido o desagradecido.

Al igual que en el respeto, el agradecimiento requiere de nuestra detención para contemplar y admirar todo lo que se nos oferta gratuitamente: ser conscientes de ser, poder apreciar la belleza de un amanecer, de una melodía, de una persona, de un cuento y, si eres creyente, de Dios, o como le llames. Agradecemos a quien nos regala. Por último, tengamos presente que es igual de importante saber recibir un regalo, ser agradecido; como saber regalar. Se da con el alma; quien da con indiferencia, no da; a lo más, cumple con un formulismo por apariencia o para evitar un mal rato; no sentirse incómodo. Igualmente, quien da para dominar o mostrar superioridad, tampoco regala sino agrede. Regalar requiere amar, generosidad, respeto. Se regala un sentido no un objeto en cuanto funcional.

Generosidad y solidaridad

Sólo el hombre que respeta puede mantener la distancia necesaria para dejar ser sin reducir, sin dominar; sino, por el contrario, solidarizar. Solidarizar, solidus, sólido, soldado, soldar, consolidar… Cuando las personas tienen valores asentados en su alma, tienen convicciones, son sólidos en los cuales se puede confiar. Los líquidos, en cambio, no mantienen una forma propia sino que adoptan la del recipiente; no se puede confiar en ellos como sustento, como base. Pues bien, se es solidario cuando se va al encuentro de quien también va tras los mismos valores, aunque sea por caminos distintos y con distinto estilo. Se es solidario porque entonces, ya no se va solo sino en unión con otros, complementándose, formando equipos, liderando. Un coro es un equipo conformado por distintas voces que armonizan porque se ponen al servicio de un sólido que es la recreación de una obra. Un mismo ideal une en generosidad a los hombres de bien; por sobre las diferencias de ideas, costumbres y credos. Y no puede ser de otra forma; pues quien respeta es solidario y, por lo mismo, generoso.

·         Generosidad, genus, gen, generar. Se es solidario en la construcción, esto es, en la generación de un bien, de un valor. El solidario coopera con otro en la generación de la obra. Por ello, el violento no es solidario ni generoso; sí puede ser cómplice.  El cómplice, contrariamente, se junta con otros pero en orden a degenerar, destruir, desvalorar. Así, los cómplices destruyen valores, personas, naturaleza… debemos educar la sensibilidad para que el ser humano, cordialmente, respetuoso, agradecido, valore y solidarice generosamente, en la construcción de un mundo mejor. Sólo así trabajaremos por el surgimiento de una cultura de la solidaridad y no de la competencia que impulsa la envidia, la avaricia, la inequidad…

3.  Distinguir entre cuerpo y corporalidad.
                Debemos enseñar a distinguir entre lo que somos, expresamos y mostramos. Esta distinción permitirá que distingamos entre cuerpo y corporalidad. Esencialmente personas, personalizamos (espiritualizamos) nuestro cuerpo; otorgándole características que no son propias de un mero cuerpo.  Los cuerpos se muestran a los sentidos; son mostrables.  Vamos viéndolos por parte… Nunca los vemos por completo. Podemos abrir un cuerpo e ir viendo su interior: Tienen exteriores e interiores.
                Nosotros, en cambio, no somos mostrables.  Siempre digo a mis alumnos: Si preguntan por mí, digan que nunca me han visto… No somos visibles a los ojos. No son visibles nuestros sentimientos, ideas ni creencias.  No somos mostrables sino expresables.  El amante trata expresar a través de su mirada o una caricia: Yo te amo. Y el pianista trata de expresar a través del movimiento de sus manos sobre las cuerdas del piano, el dolor o la ternura.  El soldado con el paso de marcha trata de expresar su poder y el bailarín de ballet su pasión.
                Qué importante es aprender a expresarse y aprender a interpretar la expresión de los demás; no sólo a través de sus palabras sino de sus gestos, movimientos y silencios.
                Ahora bien, es cierto que podemos mostrar nuestro cuerpo –y es lo que hacemos ante el médico- pero, por muy importante que éste sea, no es lo que somos: puedo mostrar mis ojos pero no es el ojo en cuanto tal lo que nos interesa sino poder ver a través de ellos el rostro de los seres amados, un paisaje, una obra de arte y expresar a través de ellos el amor, la pena o incertidumbre….  Este cuerpo, en cuanto me permite hacerme presente ante los demás, adquiere características que no son propias de lo orgánico sino de nuestra esencia personal. Cuán necesario es educar la sensibilidad para devolver la importancia al cuerpo personal, a la corporalidad, perdida hoy por la invasión de un hombre o mujer que insisten en reducirse y ser valorados como cuerpos.
                Debemos aprender a expresar, corporalmente, la dignidad de nuestro ser, nuestros sentimientos y emociones, estado de ánimo, vocación, creencias, sociabilidad, respeto a los demás, creatividad, intimidad, sensibilidad.  Desafortunadamente, hoy no se distinguen estos niveles y la joven confunde el juego de la seducción o coqueteo con el mostrar su cuerpo.  Precisamente, la pornografía consiste en deshumanizar la persona, reduciéndola a cuerpo; de tal modo la mirada del otro no vea a la persona sino sólo se sitúe ante un cuerpo que se muestra genitalmente.  Sólo la educación de la sensibilidad puede captar la corporalidad y trascender la mirada del cuerpo y darse cuenta que más o menos silicona no tiene sentido en lo que es el valor de ser persona y ser una bella persona, que merece todo el respeto y amor.
                El amante recibe al amado a través de la caricia; pues a través de los cuerpos y más allá de ellos, los amantes se encuentran. Nadie más bello, porque eres único: mi hijo-a; mi esposo-a, mi viejo-a… La pregunta es ¿cómo enseñar a descubrir y valorar lo invisible tras lo visible; cono enseñar la presencia tras la apariencia?  Somos personas y tenemos que aprender a hacernos presentes como tales.  Personas que tenemos una corporalidad que nos presenta, representa y realiza: Amamos, abrazamos, cantamos, conversamos, danzamos, paseamos, cosechamos la tierra o golpeamos, destruimos, violamos, asesinamos.  Nuestras manos salvan, nutren, cultivan o destrozan… Lo importante es nutrir nuestra alma a través de lo que escuchamos, decimos, hacemos, gustamos.
•    El pudor es una virtud relacionada con la templanza, cuyo olvido trae vacíos importantes: El pudor es propio de toda persona pues expresa que somos seres que poseemos intimidad, vida privada y no sólo vida pública como los animales. Quien no es pudoroso presenta una indefensión y desvalorización de su intimidad.  Así, en la medida que el ser humano vive una existencia despersonalizada, masa, consecuentemente, pierde su sentido de intimidad y pudor.  Cuenta de ello son los programas televisivos en que las personas son pagadas para mostrar su vida privada y las revistas con las vidas privadas de los “personajes públicos” abundan. 
      Nada en el cuerpo es malo pero éste, en cuanto corporalidad, expresa también la intimidad y exclusividad del amor de pareja; por ello la pareja se acaricia hasta llegar al abrazo sexual más íntimo en la intimidad, a solas: por ello existe el desnudo erótico como parte de esa intimidad exclusiva, privada.  En los países que se puso de moda el  exhibirse desnudos en lugares públicos, prontamente aumentaron las  consultas médicas por falta de motivación sexual: Se había perdido parte importante del juego erótico, de la seducción y del coqueteo que exigen para ser tales del pudor, del no mostrar todo, ante todos y cotidianamente. Perdido el pudor se había perdido el juego de la complicidad entre dos amantes que se sienten atraídos por una aventura privada de entrega y ocultamiento, pasión y recato; fuerza y delicadeza; aventura erótica de sólo dos intimidades que se aman, antes y más allá de todo beso.   
                Es el pudor el que nos lleva a vestir los cuerpos incluso después de la muerte; pues la dignidad del cuerpo se expresa en la historia del mismo que es una historia personal de un ser íntimo; de vida privada y vida pública.  Un ser de ensimismamiento, recogimiento y diálogo en el hogar y de pasar y servicio en las rutas y espacios públicos; calles, plazas, café, bar, pub, club, escuela, universidad, trabajo, templo, mall, lugares de trámite, etc.   Cada lugar requiere de nuestra educación para saber estar en él y convivir; cada lugar requiere de una sensibilidad distinta.  Recuerdo un alumno que una ocasión sacó de su mochila, en medio de una clase, un gran sándwich y su termo con café.  Detuve la clase, lo que nunca antes ni después había hecho y le solicité que si su apetito era tan extremo y urgente de ser satisfecho, por favor, saliera  y luego volviera. Molesto, me preguntó por qué.  Las razones que  di fueron dos: 1º  Nada malo hay en comer pero durante una clase no es momento adecuado para hacerlo y 2º Hay que tener la sensibilidad o toma de conciencia de que muchos compañeros, probablemente, no han tomado desayuno y comer delante de ellos denota una gran insensibilidad.

4. Despertar sentimientos nobles y educar las sensaciones para actuar noblemente.
                Es importante la educación de la sensibilidad para desarrollar la afectividad, despertando sentimientos nobles que, serán tales, si esa sensibilidad tiene una dirección moral que ordena el aspecto sensorial.  Pues el violador, abusador, cruel,  son esclavos del placer; ante una falta de sensibilidad moral.  Quien tiene sensibilidad moral, valórica, pone el placer al servicio del deber; así si un placer –drogarse, viciarse en el juego- es destructivo, lo rechaza; si el placer sexual le impide responder a un deber laboral, lo posterga; si siente ira, la domina y no agrede; si tiene ganas de divertirse, pero hay una responsabilidad no cumplida, posterga la entretención… 
                Se deben educar las sensaciones auditivas para apreciar la música y distinguirla del ruido; la vista para distinguir la armonía y proporciones de formas, colores y planos para saber apreciar la obra de arte, educar el  sabor para aprender a bien alimentarse, educar la resistencia corporal para ser laborioso y sano… En fin, educar todas las sensaciones para ser sobrio.
                Existen cuatro virtudes llamadas cardinales, por cuanto ordenan todas nuestras acciones, de tal forma nuestro actuar sea correcto, honesto, digno, moral, bondadoso: la prudencia, la templanza, la fortaleza, la justicia. Pues bien, la sobriedad es una virtud que deriva de la templanza que consiste en el vivir en forma equilibrada, armoniosa: Es la virtud de la belleza humana, pues la belleza es proporción, armonía, plenitud.  Descansar, estudiar y/o trabajar, celebrar, jugar… todo ello y más pero en equilibrio.  La persona sobria es quien posee el dominio y autocontrol de sus sensaciones, placer, impulsos y ese famoso chilenismo “tengo o no tengo ganas”.  La sobriedad es condición necesaria para la salud, la responsabilidad consigo y con los demás y el acceso a la auténtica libertad. La sobriedad nos permite valorar nuestros propios intereses y deseos, estableciendo un límite entre lo justo, sano, razonable y lo desmedido, desproporcionado, desequilibrante, desarmonioso, injusto e insano.
                Contrarios a la sobriedad es el hedonismo (búsqueda del placer por sobre todo valor) que lleva a los siguientes vicios (realización de antivalores):
·      Consumismo y despilfarro:   Es el gasto de dinero en forma incorrecta pues se compra más de lo necesario o justo, de acuerdo a las circunstancias.  Se compran cosas innecesarias o se cae en comprar algo que podría ser justo anhelo pero injusto de acuerdo con las circunstancias. Ejemplo de esto último: es justo anhelar un segundo par de zapatos o chaqueta pero es injusto, si se le solicita a los padres cuando estos están sacrificando incluso sus necesidades (comida, descanso, remedio) para dar una mejor educación a los hijos.

·      Ebriedad: Se refiere al beber en exceso, esto es, en forma desequilibrada de alcohol; ya porque se pone en peligro la salud o se dificulta el uso de la razón o se provoca una adicción. También es ebrio quien bebe cuando no debe hacerlo, porque está en un lugar o momento que no corresponde – trabajo, escuela, hospital, etc.-  porque bebe cuando va a conducir un vehículo, arriesgando su vida y la de los demás o porque prefiere beber a alimentarse o pagar las cuentas o cumplir con otros compromisos.  Lo mismo puede ser aplicado para el fumador.

·      Gula (glotonería y golosería): se refiere a quien come en forma desequilibrada; demasiado de todo (glotón) o sólo lo que le gusta (goloso).  También cae en un vicio el anoréxico que no desea comer lo que es prudente o justo para la salud.

·      Lujuria: Es la búsqueda del placer sexual sin más, en forma desordenada e ilimitada, atentando contra la dignidad personal pues se cae en el uso del otro y de sí mismo.  Cae en promiscuidad quien sostiene relaciones sexuales múltiples según la ocasión.   Se llama lascivia a la imposibilidad de controlar la libido.  La lujuria puede llevar a una serie de perversiones sexuales: abuso sexual, voyerismo, sadismo, violación, etc.

·      Irascibilidad: es el enojo desmedido que lleva al afán de destruir directamente o indirectamente a otro, a quien se percibe como enemigo o como obstáculo para cumplir con los propios anhelos o fines.  La ira es: a) Directa: cuando se agrede psíquica, verbal o físicamente a la persona que es objeto o motivo de la ira. b) Indirecta: cuando se destruye lo que es importante para la persona que provoca la ira: su familia, sus bienes o lugares vinculados a la misma y c) Cuando no se otorga lo que es deber y corresponde.  En este último caso, hablamos de violencia por negligencia o abandono.

·      Flojera: excesivo descanso o diversión que lleva a la persona a no cumplir con sus deberes de laboriosidad, familia, amistad, ciudadanía.

                Lo mismo respecto los sentimientos, es importante sensibilizarnos hacia lo enaltecedor, de tal modo surjan sentimientos vinculados al amor por la belleza, la paz, el orden, la generosidad, la creación, la misericordia, la solidaridad, la colaboración, la perseverancia, la lealtad, la fidelidad, la fortaleza o valentía, la gratitud, el respeto, la justicia del deber y del derecho merecido, la prudencia.  El mundo, lo demás y nosotros mismos, no sólo somos captados por una inteligencia  racional sino por nuestra intimidad afectiva y moral, social, religiosa… ¿Qué sentimientos provoca la noticia de los constantes abusos sexuales y qué sentimientos el acto heroico de quien arriesga su vida por salvar a otros o el amor de una pareja que se ama durante toda su vida hasta envejecer y morir?  ¿Qué sentimientos provoca ese video donde una animal acude al lado de otro para intentar reanimarlo en un caso de atropello? Son Es tan importante sensibilizar a los niños desde temprana edad, respecto el cuidado de la naturaleza, de los animales, que paso transcribirles lo que hoy es asegurado por la psiquiatría:

                               “Aquellos que abusan de los animales, según indican los expertos, son hasta cinco veces más       propensos a cometer crímenes violentos contra las personas. Un adolescente británico que mete al hámster de su hermano en el microondas, un grupo de chicos que crucifica a un gato en la Comunidad Valenciana y otro que asesina brutalmente a un burro en Extremadura, tres mexicanos que torturan a un perro y cuelgan          los vídeos en la Red... Animales desollados, quemados, empalados, mutilados, apaleados…

                Es frecuente leer o escuchar frases como 'son cosas de niños' cuando se tratan estos sucesos (…)En países              como EEUU, el interés por este tipo de actos es creciente. No sólo por la mayor sensibilización hacia los              animales sino por las evidencias cada vez más numerosas de la relación entre los actos de crueldad con los         animales y otros crímenes que van desde el consumo de drogas hasta los asesinatos en serie.

                En la década de los 80, Alan Felthous, experto en Psiquiatría Forense, llevó a cabo varias investigaciones que         mostraban de forma consistente cómo detrás de las agresiones a personas había, en muchas ocasiones, una     historia de abuso a animales. Sus trabajos, realizados con hombres especialmente violentos internados en las      cárceles de EEUU, así lo confirmaron.

                Después de eso, otros han analizado la cuestión. En 2002, la revista 'Journal of the American Academy of                Psychiatry and the Law'hacía público un estudio en el cual se asociaban los actos repetidos de crueldad con       los animales en la infancia con el desarrollo de un trastorno de personalidad antisocial, la presencia de rasgos    antisociales y el abuso de sustancias.

                "Aproximadamente, la mitad de los individuos asociales incurre en conductas sádicas y si lo hacen antes de            los 10 años el pronóstico es peor", señala Montañés. Que el menor pase de un acto aislado de violencia            contra un animal a cometer otros crímenes "es una escalada", añade este experto. "Si repites el acto y va              aumentado el tamaño del animal; si se disfruta… Las posibilidades son mayores".

                La sensibilización en España ante esta problemática es baja. "Estamos a la cola", afirma Núria Querol i Viñas,            médico de familia del Hospital Universitario Mútua de Terrassa, criminóloga y experta en estos temas. "El     maltrato a los animales es espeluznante y pocas veces se hace nada", añade.

                Sin embargo, subraya Querol, que además es miembro de la Asociación Americana de Criminología, "cuando         se detectan casos de menores que maltratan a animales, hay que tener cuidado porque puede haber un       trastorno de conducta. No se puede pasar por alto, es una oportunidad para intervenir".

                En este punto coincide con ella el doctor Montañés, que incide en la necesidad de "acudir al psiquiatra en             casos de crueldad con los animales porque al principio estas personas pueden tener fácil remedio. La falta de        control de los impulsos, la empatía, el manejo de la ira... son cosas que se pueden tratar si se cogen a        tiempo", añade Querol.

                Uno de los objetivos de esta experta es instaurar en España, como ya existen en otros países, programas de            intervención para trabajar con estas personas ya que "es muy importante cambiar los valores y no se hace     de forma sistemática", concluye” (Diario El mundo /08/2010.  Cf. http://www.elmundo.es/)
5. Aprender el asombro y la admiración

El asombro y la admiración son sentimientos llamaos noéticos.  Se trata  de sentimientos vinculados a la tendencia a saber, a entender la realidad –noesis (νοησισ), pensar.  Como meros usuarios de la realidad, no necesitamos entenderla, ni valorarla; así, usamos el celular, tomamos un remedio, usamos un lápiz, un vehículo… Lo más común es preguntar sólo cómo funcionan; no nos interesa entender los principios de su funcionamiento, sino sólo que funcionen bien; sirvan para lo que fueron adquiridos; sean útiles.  Y, en verdad, los útiles están hechos para ser tales: útiles, medios, instrumentos a través de los cuales se logra un fin o propósito que es lo que interesa: comunicarnos con alguien, sanar, escribir, trasladarnos de un lugar a otro.   Giannini decía que una radio puede ser llamada buena cuando funciona bien - efectivamente es así, vista como objeto, como cosa; pero si creo una relación "ambital" con ella, esto es, si la hago formar parte de la historia de mi vida, si la convierto en la compañera de viajes o en el regalo de alguien amado… Podemos elevar los objetos a realidades que tienen un sentido superior a su función, un sentido personal.   Desafortunadamente, también podemos degradar una persona al tratarla como cosa.

                Por lo tanto, no debemos confundir utilidad con valor; pues la utilidad no es valiosa por sí misma sino como medio para obtener otra cosa que es más importante.  Por otra parte, la utilidad que demos a algo, dependerá de las necesidades, imaginación y conocimientos de cada cual.  Recuerdo cuando me regalaron un inmenso macetero plástico que, como tal, no me servía; pues bien, dado vuelta y con un mantel redondo sobre él, fue mi pequeña y funcional mesa auxiliar para tomar café o poner algunos libros.  Luego, en la época de terremoto, se transformó en contenedor de agua para, finalmente, terminar como regalo a un matrimonio vecino que necesitaba plantar un pequeño pino que le habían regalado para navidad.

      Los valores que son tres aspectos de la perfección de un ser –verdad, bien y belleza- no dependen de nosotros; son el grado real de perfección de ser.  Verdad es lo que realmente es una realidad.  No confundamos lo que yo puedo decir o pensar que es verdad – que puede ser correcto o erróneo, esto es, falso- con la verdad real. Uno es el valor real verdad (lo que la realidad es) y otro es mi pensamiento que puede ser un pensamiento verdadero, falso o ambiguo, impreciso.  Así, yo puedo pensar que X persona es cobarde y estar equivocada. La verdad real es lo que la realidad es y no lo que a mi puede parecer.   Por lo tanto, donde puede haber error es en nuestra forma de valorar, al no saber valorar; al confundir valor con utilidad o apariencia con ser.  Puedo pensar que tal persona es más valiosa que otra y no ser así; porque me puedo estar guiando por lo que aparentan y, ya sabemos, hay personas hipócritas que engañan.  Lo mismo respecto a cuando valoramos si algo es bello o feo; puede que no sepamos valorarlo, pues hay que aprender a valorar la belleza, distinguiéndola de lo bonito que causa sensación espontánea de agrado o desagrado, que se mueve en el plano de la apariencia de los cuerpos y sensaciones. La belleza es la presencia real de perfección de un ser que. Como presencia resplandece pero no es captable por los sentidos sino por el entendimiento y el espíritu que cae en goce ante la perfección de un ser, la armonía de seres…   Respecto los seres de la naturaleza, la belleza y verdad responder a su perfección natural: Es más valiosa una garrapata que el oro y un perro es más valioso que una garrapata.  Por supuesto, que si vemos su utilidad, es mucho más valioso el oro; pues con éste me puedo comprar varios perros y eliminar las garrapatas que los enferman y no me son útiles.  Sin embargo, la garrapata, como realidad orgánica posee realmente un ser más perfecto que el oro; su valor es mayor: su belleza y verdad es superior; pues poseen la perfección de la vida.   Respecto los seres humanos, nuestro ser es más perfecto que el de toda otra creatura que no sea una realidad – persona o realidad de índole espiritual.  De ahí que nosotros no nos adaptamos al medio sino que adaptamos el medio a nosotros, con la consiguiente responsabilidad de deber cuidar del mismo; pues nuestro poder, si no se guía por el deber, puede causar destrozos que ningún otro ser es capaz de causar.  Con nuestro poder acortamos distancias, nos comunicamos a través de continentes y en forma simultánea, inventamos naves espaciales que nos permiten surcar a velocidades y alturas mayores que cualquier ave, ideamos naves por mar que pueden atravesar océanos por sobre o bajo mar; ideamos calefactores, desodorantes, diferentes formas de conectividad, alimentos artificiales, arte, medicina, ciencias, credos….   El hecho de tener conciencia de la verdad, falsedad e ignorancia; conciencia de la belleza y la fealdad, del derecho y del deber, nos hace diferenciarnos por nuestra condición moral: somos responsables de lo que hacemos de nosotros mismos y por los demás: somos más o menos bondadosos, honestos o deshonestos, dignos o indignos, virtuosos o viciosos, morales o inmorales.  De ahí, la necesidad de educarnos y educar; de formar en valores, en virtudes.   No se trata sólo de aprender a descubrir un valor sino realizarlo: no sólo saber qué es la justicia o lealtad sino ser justos y leales y reconocer, admirar, la justicia y lealtad del semejante.

                Para educar la sensibilidad debemos detener el correr y pasar por sobre personas, naturaleza y cosas. Enseñar a contemplar, esto es, a permitir el encuentro con la realidad lo que implica estar dispuestos a acogerla tal cual es, sin otro motivo que ese: no para dominarla, usarla, adueñarnos, comercializarla o reducirla a esquemas lógicos o fórmulas; sino acogerla con el entendimiento, el amor, la conciencia… Verla, escucharla… darnos un tiempo para asombrarnos con lo que descubriremos y que nos sobrecogerá o provocará un sentido de lo magnificente, sagrado, misterioso, insondable, ilimitado, perfecto, delicado, enternecedor, digno de nuestro respeto o cuidado o cultivo o dedicación o inspiración…  ¿Han mirado ese mar inmenso con su constante movimiento y la solidez de esas rocas que va dibujando en formas y colores? ¿Han observado el juego y desfile las gaviotas y pelícanos y ese orden en el firmamento? ¿Han observado la nobleza de esos árboles y todo lo que ellos aportan y cobijan? ¿Se han observado a sí mismos, en el centro del todo este Universo y lo grandioso de haber sido creados y existir? ¿No es admirable esos niños y familia que vemos en la Teletón como luchan contra sus aparentes límites? ¿No es admirable la danza y el canto y la arquitectura y el cine y la poesía y esa mujer que tal vez con muy pocos estudios cuida y enseña a sus hijos con mayor sabiduría que cualquier doctor universitario?
     
                Para educar la sensibilidad hay que darse un tiempo para detener el correr, para no pasar por encima de todo; detener el bullicio y el consumismo.  Nos falta el silencio decía Karlfried Graf DÜrckheim: “El silencio exterior, pero, más aún, el silencio interior, es decir una disposición que nos haga capaces, aún en el bullicio y la agitación exteriores, sentir, guardar e irradiar la calma”.  Es un silencio que no tiene que ver con la ausencia o no de ruido exterior; es una disposición del alma que permite captar el movimiento del ser, de las esencias.  Lo que permite que Quijote escuche a la verdadera Dulcinea, trascendiendo su ruidosa voz, que vea tras la aparente rudeza su dulzura… Es un silencio lleno de vida, de amor, de riquezas auténticas… No se puede confundir con el silencio de muerte o  no vida del apático o flemático que están vacíos porque son insensibles; como vacío está quien salta  según el ritmo de moda y según quien más fuerte le tire, convenga o acomode.  Se trata del silencio de la admiración que sobrecoge y enriquece el alma con amor.  Es el silencio del hombre de paz que al moverse en zonas más profundas, supera las fuerzas de los contrarios, de los opuestos, de los irreconciliables, de la agitación o bullicio que provoca quien vacío huyen de sí mismo y todo destruye porque nada valora.  Faltan educadores que sean personas llenas de vida interior, de luz, de amor, de tal forma su presencia termine con cualquier afán destructivo y negatividad; no por imposición pues nada más lejano a la paz que la violencia sino porque es capaz de conducir hacia lo profundo donde está la valía del verdadero ser.  El hombre que es capaz de contemplar la realidad tal cual es, ver de cara la verdad, aceptarla, es el hombre que sabe de admiración, de respeto, de paz.

      No puedo dejar de citar al filósofo Kirkegaard quien me impactó cuando estaba en primer año universitario, pues, aunque en verdad no lograba entender lo que decía, sí percibí que quería transmitir algo que personalmente aun no había logrado vivenciar: “A medida que su oración se hacía más meditativa, tenía menos y menos cosas que decir. Finalmente se quedó silencioso.  Silencioso y, lo que es más, opuesto,  si ello es posible, a las palabras.  Supo después que orar no es sólo callarse, sino escuchar.  Y es así: orar no significa oírse hablar.  Orar significa quedarse silencioso, ser y quedar en silencio hasta que en la oración se escuche a Dios” (Cit. K. Graf Durckheim “El hombre y su doble origen” Ed Cuatro Vientos, España, 1996; pág. 41)

6.  Aprender a recordar, imaginar e idear fantasías
                La imaginación es al futuro lo que el recuerdo al pasado. 
A. El recuerdo
                En la unidad anterior decía que recordar es hacer que pase por el corazón lo que una vez pasó.  Pues bien.  A medida que transcurre la historia de nuestras vidas, el baúl de los recuerdos va aumentando.  Lo importante es cierta sensibilidad respecto los recuerdos; en varios sentidos:
1º No recordamos todo; por lo cual no podemos reducir nuestro pasado sólo a lo que recordamos. Es decir: ni tan bueno ni tan malo.  Imaginemos que se instalan a hacer recuerdos de una relación afectiva frustrada, terminada, de la cual aseguran que el otro es culpable.  ¿Son justos en sus recuerdos o recuerdan sólo una parte, según conveniencias? Y a la inversa: ¿Cuando alguien recuerda maravillas pasadas; todo fue sólo maravilla?
2º Recordar está bien; pero ser apresado por el pasado, no.  El pasado, pasó y es necesario atender al presente y proyectar el futuro.  Además es importante distinguir qué vale la pena recordar y en qué sentido, para qué.  Si se trata de un error; pues bien nadie nace sabio, nacerían viejos.  Lo propio de la niñez es la inocencia y por ello fácilmente en esa etapa de la vida se cometen errores de los cuales no se es culpable; por ello los responsables de los niños son los adultos.  Cuando se es joven la vitalidad es impetuosa y la falta de experiencia, también.  Entonces, jóvenes, es natural que cometan muchos errores pues además creerán que es suficiente capacidad y buena intención para que todo resulte como se espera; pero, tal vez ya se dieron cuenta que no es así, pues existen los imprevistos y, como decía un recordado profesor: hay que tener presente a los imbéciles que lo único que hacen es tratar de impedir que avances o no cooperar como habían prometido; de tal forma, aprenderás que para dar un paso, gastarás energías como si dieras tres.  Con la madurez (no todos maduran) aprenderás que se recuerda para traer a la presencia bellos momentos pasados y para extraer sabiduría de vida: analizar las causas e influencias que dieron lugar a aciertos y errores para extraer principios de vida más acertados que indiquen una mayor madurez.
3º  Con los viejos debiera de tenerse mayor sensibilidad y respeto, valoración por sus recuerdos pues cada vez van proyectando para menor tiempo de futuro y, en el mejor de los casos, con menos capacidades motoras aunque mayor sabiduría de vida.  Por ello en muchas culturas existía el “Consejo de ancianos”.  Debemos educar la sensibilidad para darnos cuenta que no es lo mismo que una pareja joven pierda su casa que una pareja de ancianos que ya no tienen tiempo ni posibilidades de recuperar, por sí mismos, lo perdido.  Es importante darles espacio a sus recuerdos – fotos, anécdotas, música, películas, libros, amistades – pero también a instarlos a vivir el presente y seguir sembrando, seguir dinámicos. Seguir dignos.  El film animado “UP” deja una muy bella enseñanza al respecto.

B. Imaginación y fantasía.
                Imaginamos lo que no vemos porque aún no sucede o porque no es visible.  La imaginación anticipa el futuro y nos permite entender lo profundo e íntimo.  Escuchas un fuerte ruido sordo que viene del exterior y gritos: Te imaginas un choque de vehículos.  Escuchas a dos adultos alzar la voz y enseguida el llanto de un niño, te imaginas una pelea y al pequeño asustado.  Ves aparecer una mano pequeña a través de una puerta y te imaginas un niño o sientes unos ladridos e imaginas un perro.  Las películas de ciencia ficción trabajan con la imaginación deductiva.  Así Matrix es una respuesta a la interrogante ¿Qué pasaría si el mundo siguiera teniendo un comportamiento como el actual, donde el mundo virtual se perfecciona cada vez más y  el mundo real humano cada vez  menos, pasando a veces a sustituirlo como en  los juegos Second Life?  Igualmente, el arquitecto y su cliente realizan un diálogo sustentado en imágenes: Deseo una casa que me haga sentir formando parte de la naturaleza, que juegue con las luces naturales, que me sienta volando… Y el arquitecto imagina lo que ella desea e idea los planos… los colores, los materiales, las formas, los espacios, la iluminación, los decorados…    Te solicitan ayuda para los afectados por el terremoto, no puedes quedar insensible, imaginas su dolor.  Ves a un pero aullar de dolor y su pata fracturada, no puedes quedar insensible, pues imaginas su dolor. Ves los constantes actos de violencia, no puedes quedar insensible e imaginas formas de educar para prevenirlos. Ves el esfuerzo de una familia por salir adelante, los logran: Te imaginas su historia de retos, esfuerzos, cansancios superados… no puedes no conmoverte y sentirte feliz y rendir un homenaje a esas personas. 
                Imaginas palabras unidas como nadie lo hizo para expresar poéticamente, una idea, tu idea… Entonces nuestro poeta Vicente Huidobro exclama: “Éramos los elegidos del sol y no nos dimos cuenta. Fuimos los elegidos de la más alta estrella y no supimos responder a su regalo. Angustia de impotencia. El agua nos amaba. La tierra nos amaba. Las selvas eran nuestras. El éxtasis era nuestro espacio propio. Tu mirada era el universo frente a frente. Tu belleza era el sonido del amanecer…” 
                Sólo quien no imagina puede ser insensible ante la miseria, el dolor, el temor, la angustia, las ansias de superación, el sacrificio, el amor, todo arte y el Universo entero con todos sus misterios.
                Pero la realidad implica compromiso, responsabilidad, amor, penas y alegrías… necesitamos descansar.  Uno es el descanso físico; reparar energías: nutrirse y dormir.  Pero el descanso psicológico requiere de otras actividades donde juguemos con la fantasía; donde las decisiones no traigan consecuencias nefastas y el Correcaminos se caiga mil veces por el precipicio y siga corriendo; donde una casa vuele con cientos de globos que la elevan y un robot se enamore y viva muy feliz.  Son películas o cuentos que no deben hacer daño sino dejar una enseñanza con ternura, delicadeza, belleza; con héroes y villanos; donde esté claro lo que es bueno y lo que es malo; donde el personaje se da cuenta del error y lo enmienda.   Es la fantasía para educar la sensibilidad y formar en valores:
“Buscando a Memo” con el valor de familia, la generosidad, la valentía, el amor incondicional del padre por el hijo, la superación, la justa obediencia que es distinta a la sumisión que es el sometimiento a una orden arbitraria.  “Shrek” con su enseñanza de lo absurdo de los prejuicios y apariencias, el sentido de la amistad y la fuerza del amor que supera todo plan pernicioso. “Más allá de los sueños” con su enseñanza de lo que es la paternidad, el amor por la esposa, las necesidades y fragilidad de los hijos, el valor de cada ser, la fuerza del amor que merece el perdón y la salida del infierno y otra oportunidad…

7. Restablecer el vivir por un ideal y felicidad.
                Conscientes de nuestro ser, del Universo, de los mundos que vamos conformando, acorde la visión que nos hacemos de los demás, de la creación, del sentido de la misma y de la propia existencia, otorgamos a la vida un sentido, una misión, un para qué.  Será ese para qué el que una dirección a  nuestra existencia; de tal modo saber si nos alejamos o acercamos a él; será ese para qué el que nos dé la fuerza necesaria para superar toda situación o circunstancia. “Quien tiene algo por qué vivir, es capaz de soportar cualquier cómo”, decía Nietzche.  El psiquiatra Víktor Frankl, prisionero en el más cruel campo de concentración que haya existido – en Auschwitz-  elaboró su psiquiatría sustentada en el descubrimiento del sentido de la vida. Sus palabras nos alertan:
                               “Lo que de verdad necesitamos es un cambio radical en nuestra actitud hacia la vida. Tenemos que aprender por nosotros mismos y después, enseñar a los desesperados que en              realidad no importa que no esperemos nada de la vida, sino si la vida espera algo de nosotros.        Tenemos que dejar de hacernos preguntas sobre el significado de la vida y, en vez de ello, pensar   en nosotros como en seres a quienes la vida les inquiriera continua e incesantemente. Nuestra           contestación tiene que estar hecha no de palabras ni tampoco de meditación, sino de una conducta             y una actuación rectas. En última instancia, vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la                 respuesta correcta a los problemas que ello plantea y cumplir las tareas que la vida asigna        continuamente a cada individuo. (…)
                               “Vida” no significa algo vago, sino algo muy real y concreto, que configura el destino de             cada hombre, distinto y único en cada caso. Ningún hombre ni ningún destino pueden compararse   a otro hombre o a otro destino. Ninguna situación se repite y cada una exige una respuesta distinta;    unas veces la situación en que un hombre se encuentra puede exigirle que emprenda algún tipo de                acción; otras, puede resultar más ventajoso aprovecharla para meditar y sacar las consecuencias                 pertinentes. Y, a veces, lo que se exige al hombre puede ser simplemente aceptar su destino y      cargar con su cruz. Cada situación se diferencia por su unicidad y en todo momento no hay más que                 una única respuesta correcta al problema que la situación plantea.
                               Cuando un hombre descubre que su destino es sufrir, ha de aceptar dicho sufrimiento, pues                 ésa es su sola y única tarea. Ha de reconoces el hecho de que, incluso sufriendo, él es único y está    solo en el universo. Nadie puede redimirle de su sufrimiento ni sufrir en su lugar. Su única             oportunidad reside en la actitud que adopte al soportar su carga. (…)Ante nosotros teníamos una        buena cantidad de sufrimiento que debíamos soportar, así que era preciso hacerle frente procurando que los momentos de debilidad y de lágrimas se redujeran al mínimo. Pero no había                 ninguna necesidad de avergonzarse de las lágrimas, pues ellas testificaban que el hombre era                 verdaderamente valiente; que tenía el valor de sufrir. (…)Recuerdo dos casos de suicidio frustrado     que guardan entre sí mucha similitud. Ambos prisioneros habían comentado sus intenciones de      suicidarse basando su decisión en el argumento típico de que ya no esperaban nada de la vida. En ambos casos se trataba por lo tanto de hacerles comprender que la vida todavía esperaba algo de     ellos. A uno le quedaba un hijo al que él adoraba y que estaba esperándole en el extranjero. En el             otro caso no era una persona la que le esperaba, sino una cosa, ¡su obra! Era un científico que                 había iniciado la publicación de una colección de libros que debía concluir. Nadie más que él podía        realizar su trabajo, lo mismo que nadie más podría nunca reemplazar al padre en el afecto del hijo.           (…) Cuando se acepta la imposibilidad de reemplazar a una persona, se da paso para que se    manifieste en toda su magnitud la responsabilidad que el hombre asume ante su existencia. El     hombre que se hace consciente de su responsabilidad ante el ser humano que le espera con todo                su afecto o ante una obra inconclusa no podrá nunca tirar su vida por la borda. Conoce el “porqué”            de su existencia y podrá soportar casi cualquier “cómo”.” (Víktor Frankl. “El hombre en busca de                 sentido” Ed. Herder, Barcelona, 1991. http://homepage.mac.com/eeskenazi/frankl.html )
                Una de nuestras más importantes y urgentes tareas es ayudar a descubrir el sentido de vida; pues son muchos los jóvenes e incluso niños que no sienten ese impulso o coraje de vivir, ese para qué vivir.  Por ello se muestran indiferentes ante la vida, la exponen sin ningún motivo; no ven en la vida nada valioso; nada por qué luchar, por qué superarse.  No se puede vivir sin soñar, sin un ideal. 
                No es lo mismo tener un ideal que ser utópico; pues la utopía no tiene sustento real, afortunadamente es un imposible; pues si lo fuera sería destructiva.  Así, es una utopía pretender que todos vayan a la Universidad pues, en primer lugar no todos tienen vocaciones intelectuales; tampoco todos poseen capacidades intelectuales y, lo más importante, existen vocaciones tan o más importantes que las universitarias: ser pastor, leñador, jardinero, pescador, aseador, modista, artesano, cantante, pianista, conductor  de buses, camiones, etc.  Lo importante es aprender a valorar cada trabajo pues cada labor bien realizada dignifica a la persona ¿Podría existir un médico, profesor o arquitecto, si no hubieran cocineros, constructores,  aseadores, gasfíter, etc.?  El problema es la sobre valoración de algunas profesiones y la minusvaloración de otras.  Educar la sensibilidad para respetar, admirar y agradecer la labor del pescador y la del músico o matemático… Descubrir lo que la vida espera de nosotros y lo que nosotros esperamos de ella y de nosotros mismos.
                Un ideal de vida debe guiar toda nuestra existencia, por lo tanto, debe ser alto para dar sentido a cada decisión, acción, obra, renuncia… Lo importante es que se adscriba a la idea de perfección de nuestro propio y auténtico ser.  De este modo será nuestro criterio de autoevaluación, de superación que responderá  si vamos en una vía de mejoramiento, superación o decadencia.
                La ruta de nuestro ideal, coincidirá con la ruta de nuestra felicidad.  Pues la felicidad no es un sentimiento producto de una emoción pasajera ante un logro o meta cumplida.  La felicidad es un estado consecuencia de nuestra real realización que es tal, si responde a nuestro ser esencial, esto es, al verdadero ser que soy.  La felicidad, por lo tanto, es algo muy distinto al placer o a la alegría de un momento.  Es más, a la felicidad no se opone el dolor; pues el dolor tiene un sentido si está en la ruta auténtica de nuestra existencia. Así, agotados por el cansancio, con dolor y temor pero felices, culminó la labor de quienes heroicamente expusieron su vida para salvar del fuego a personas, bienes patrimoniales, flora y fauna.


8.   Distinguir entre hecho y acontecimiento; significado y sentido; producto y creación.
              Teniendo presente lo que implica educar la sensibilidad y formar en valores, queda por distinguir algunos procesos o fases que llevar a cabo para que nuestros educandos tomen conciencia de la realidad y su valor; de tal modo ellos mismos, sobrecogidos por la realidad, asuman un compromiso con ella, asuman y realicen los valores, haciéndolos formar parte de su ser a modo de virtud. 
              Mis decisiones trascienden mi ser; mis errores o aciertos no sólo me afectan a mí sino a otros; no soy un ser aislado, cerrado, sino abierto y actuando sobre otros seres. Es más, dada la naturaleza de nuestra realidad, descubriremos más tarde o más temprano, que sólo nos realizamos en el encuentro con los demás y que somos felices en la medida que somos capaces de hacer felices a otros.   Es claro, entonces, que sin desarrollar la capacidad de encuentro, no seremos capaces de atender a la verdad de la realidad, ni descubrir la belleza natural como tampoco recrear la belleza de una obra de arte y valorar al artista; tampoco tendremos la fuerza que se requiere para actuar correctamente, a pesar de los obstáculos, ni la sensibilidad para amar al semejante… Si queremos enseñar las ciencias, las artes, las tecnologías, la naturaleza, lo trascendente y el ser humano, debemos aprender a crear ámbitos de convivencia fecundos; por ello, educar para el encuentro debe ser uno de los propósitos centrales de todo quehacer formativo. Ello requiere:
1º Distinguir entre objetos y ámbitos: Si trato las realidades ambitales y las cosas u objetos del mismo modo, confundido, valoraré lo que es útil y despreciaré o rebajaré la dignidad de lo valioso. Las cosas son asibles, utilizables, canjeables, reciclables, a-personales, tienen precio.  Las realidades ambitales, llamadas así porque no tienen límites, no son cerradas sino que, en cuanto personales, trascienden la persona a través de sus ideas, creaciones, amor, requieren ser acogidas, valoradas como tales. Ya dijimos que un objeto –un piano- puede ser elevado a realidad ambital, en la medida que una persona lo “habita”: esa interpretación musical que extraigo de “mi piano”, ese regalo que representa un momento único de mi vida, nuestro hogar…, nuestra Universidad…  Es la percepción de esta realidad ambital la que nos permite valorar “Es un bello hogar” o “Se trata de una muy bonita casa pero no hay calor de hogar”
b) Distinguir hecho de acontecimiento: Un hecho es un dato observable, medible, encasillable en un espacio y tiempo. Un acontecimiento es un algo que nos acontece, que nos impacta, que conmueve nuestro ser, que no nos deja indiferentes, sino conforma la historia de nuestra existencia. Para captar la diferencia entre hecho y acontecimiento, debo captar su sentido. Para algunos, entrar a la Universidad puede ser un hecho; para otros, un acontecimiento… Para alguien la muerte de su padre puede ser un hecho o dato, para otro, un acontecimiento.  Para Marguerite Duras, su viaje a diario en el transbordador fue durante años un mero hecho; un día se transformó en un acontecimiento  que la marcó toda su vida y que sólo valoró como acontecimiento años más tarde.
c) Distinguir significado de sentido: El significado lo da la comprensión abstracta de los conceptos. El significado lo encuentro en un diccionario. Así, si sé lo que significan los conceptos “mi”, “padre”, “muerte”; es claro que tendré claro el significado de la frase “murió mi padre”; pero no el sentido tan distinto que tiene esa misma frase dicha en dos personas cuyas vidas han sido entretejidas de muy diversa forma, según él sentido que ha alcanzado en ellas la presencia de su padre...  Muchas veces hay incomunicación entre las personas porque a pesar de que ambas usan las mismas palabras, ambas le otorgan distinto sentido.
d) Distinguir entre producto y obra: Un poeta no produce o hace poemas; los crea. Los productos pueden reproducirse en forma automática. Un producto requiere sólo de la técnica que requiere su producción. Cada creación, en cambio,  es única; expresa un momento único de un ser también único; lo expresa; lo extiende en el tiempo…  El poema “Éramos los elegidos del sol” de Huidobro, surgió en un momento irrepetible y es, por lo mismo, único.
                Al crear u otorgar un sentido trascendente, personal a la realidad, la transfiguramos en un sentido de belleza, intimidad o religiosidad: el palo de escoba para el niño se transforma en su caballo; la casa humilde en una morada –hogar; la flor en un símbolo de amor…  Es posible crear formas de unidad profundas y fecundas que no implican un apoderamiento o uso de la realidad o de las creaciones realizadas por otros; sino por el contrario, requieren de nuestra actitud de respeto, entendimiento creativo y no por ello manipulación o lejanía. Refiriéndose a esto, Alfonso López  Quintás dice: “Una vez vivida esta experiencia, verás con toda nitidez que la libertad y los cauces normativos se complementan cuando se vive de forma creativa; no se oponen”. (“Cómo lograr una formación integral”. Ed. San Pablo. Madrid 1996; Pág. 46).  Debemos educar la sensibilidad para que el hombre ame y respete la realidad y no busque sólo apoderarse de ella.  Es cierto que también necesitamos usar la realidad pero en ese caso, debemos hacerlo con cuidado, humildad y gratitud; pues una cosa es el uso y otra el abuso.  Usamos los árboles para construir nuestras habitaciones, crear una escultura, pero no talamos o quemamos los árboles porque sí, por afán de simple apoderamiento o porque deseamos darnos el placer de destruir, de abusar. Ab-uso es el uso desmedido, sin sentido, sin retribuir a través del cuidado o cultivo.
·         Sensibilidad, respeto, responsabilidad, justicia, prudencia e inspiración se unen cuando vivimos desde y hacia lo profundo, lo valioso, lo fecundo...cuando somos capaces de abrir nuestro entendimiento, nuestro “corazón” para otra realidad que me solicita o inspira… Para acoger una obra o una realidad ambital, debo re-crearla, vivenciarla, interpretarla, hacerla íntima hasta que reviva en mí. La obra renace gracias a mí y a su vez me potencia, inspira, realiza. Es una experiencia reversible: “voy en busca de una obra y la configuro en virtud del impulso que ella misma me otorga” (Ibíd. Pág. 46). Esta experiencia es requisito para existir en plenitud los ámbitos personales: amorosos, artísticos, científicos, éticos, religiosos, etc. Se trata de ser capaz de llevar a cabo la experiencia de encuentro: experiencia reversible que se das entre seres personales; entreveración de almas; diálogo. El encuentro me apela, me suscita, me inspira…voy al encuentro no bajo al esquema dices-efectúo o actúas-padezco sino co-participamos, co-creamos, nos invitamos, hacemos nuestro, colaboramos. Por ello el encuentro requiere de amabilidad versus violencia, confianza versus temor; valoración versus abuso.

·         La finalidad educativa -o usando el lenguaje de moda- la “competencia” que  todo educador debe poseer, es la de enseñar a fundar ámbitos fecundos de recreación y encuentro. A lo largo de la vida descubriremos que cada realidad (nosotros mismos) no somos cosas sino ámbitos, posibilidades que se abren y ofrecen una riqueza insondable de posibilidades a la mirada inspirada, sensible, creativa.

9. Debemos enseñar a usar el lenguaje en toda su fecundidad
                El lenguaje no es sólo un medio para comunicar algo; tampoco encontramos en esta función su mayor energía ni su fuerza formativa. El lenguaje crea ámbitos: Ámbitos de belleza, de acogida, de bondad, de religiosidad. Por lo mismo, un lenguaje impulsado por el odio o por el afán manipulador se autodestruye porque anula toda posibilidad de encuentro. De ahí el cuidado con el uso de los llamados “términos talismanes” o “esquemas dilemáticos” que prejuzgan en la medida que están vacíos de significado y sentido; buscando el poder y para ello escisiones arbitrarias, simplificaciones falsas en una mirada superficial de la realidad. Llamamos términos talismán a aquellos que son usados sin tomar conciencia de su significado y de los diversos sentidos que pueden tener a lo largo de su historia.  Asín hoy son términos talismanes que atraen el aplauso reflejo: libertad, derecho, igualdad, cambio, diversidad y, por oposición, son términos talismán que provocan un rechazo instintivo: obligación, deber, mérito, permanencia.  La creación de ámbitos, la elevación de objetos a ámbitos, no es posible si se carece del lenguaje apropiado, rico en matices, integrador, respetuoso.  Así, con un lenguaje vivo, podemos integrar vertientes diversas de la realidad: libertad y compromiso, sacrificio y felicidad, intimidad y expresión, dignidad y servicio, derecho y deber, permanencia de lo esencia  y cambio de lo situacional…
                La palabra, la imagen y el silencio son vehículos expresivos del encuentro: Es cierto que cada palabra tiene un significado que debemos conocer pero ese significado debe ser fecundado por nuestras vivencias de encuentro, de tal modo que “den cuerpo” a las realidades ambitales, permitiéndonos comunicarnos y comunicar un sentido único; no sólo comunicar “algo” sino comunicarnos nosotros.      Necesitamos conocer las palabras guardadas en diccionarios, necesitamos conocer su significado y usarlas para correctamente comunicar algo; pero el lenguaje tiene un sentido superior: puede alumbrar modos únicos y originarios de sentido. Mediante el lenguaje expresamos acontecimientos, pensamientos originarios, credos, sentimientos, poemas, cuentos, novelas, guiones, letras de canciones, mundos imaginarios y mundos descubiertos… Mediante el lenguaje conformamos el armario de nuestra alma, nuestras convicciones, decisiones, hacemos propuestas y re-cordamos. Por ello, cada obra literaria es el fruto del encuentro de un hombre con una vertiente de la realidad, en un momento único de su historia de vida.
·         El lenguaje comunica, crea obras de arte pero también crea ámbitos de encuentro o desencuentro: No es lo mismo la corrección fraterna (otra virtud derivada de la prudencia) que se hace con cariño y respeto para procurar un bien para el corregido que  el grito y la palabra hiriente o soez, grosera.  Hoy es otro problema que se agrava en nuestro país.  Sufrimos de coprolalia (copro= excremento; lalia= palabra).  El garabato, la grosería se hizo habitual, invadiendo toda relación y ámbito, vulgarizando toda comunicación y quitando la posibilidad del desarrollo creativo a nivel cerebral.  Cuando hablamos, potenciamos al máximo el desarrollo cerebral que es posible hasta los 22  o 24 años: debemos en fracción de segundos buscar la palabra que expresa la idea precisa, conjugarla junto a otras, en tiempo, singular o plural, masculino, femenino o neutro y dar la orden a cuerdas vocales, lengua y dientes para que adopten una posición adecuada en pronunciación, tono, acento y calidez… Hoy todo se reduce a un vocabulario mínimo y siempre se hacen las mismas relaciones sinápticas que van dejando las mismas huellas y anquilosando a temprana edad el cerebro.  Todo es y todos-as son “h…….”; a tal punto que lo aceptaron como chilenismo.  El psiquiatra Otto Dörr  una y otra vez alertó sobre el problema que desde año afectaba a gran parte de los chilenos: Transcribo parte y pongo link a uno de sus últimos documentos, en Tribuna. Sábado 19 de Junio de 2010. “Educación y lenguaje”.  Academia de Medicina:
      “La situación de la educación en Chile ha alcanzado niveles dramáticos, como lo afirmara el ministro Lavín hace algunos días. Los resultados tanto en las pruebas nacionales como internacionales han sido deplorables. Quiero recordar algunas cifras: apenas un 26% de los alumnos de 8º básico alcanzan un nivel suficiente en lenguaje y sólo un 13% en matemáticas (este nivel es llamado con el eufemismo “avanzado”); obtenemos sistemáticamente los últimos lugares en las pruebas internacionales Pisa y Timss; y quizás si lo más impresionante sea que el 84% de los alumnos que han ingresado a primer año de la Universidad de Chile no entienden lo que leen. Los resultados de esta misma prueba de comprensión de lectura en los alumnos de primer año de la Universidad Católica fueron sólo algo mejores. Cabría preguntarse con preocupación lo que estará ocurriendo con los alumnos de las otras universidades, cuando las que hemos mencionado son las mejores de Chile.
       ¿Cuáles pueden ser las razones de este extraño fenómeno, puesto que no se condice con el nivel alcanzado por el país tanto en el plano económico como institucional? Se han dado muchas, y todas plausibles: el desprestigio de la carrera de profesor, los malos sueldos, el ingreso a las carreras de pedagogía con puntajes mínimos en la PSU, el proceso de municipalización impulsado por el gobierno militar, la pérdida del hábito de la lectura, etc. Yo agregaría a esta lista el imperio en nuestra sociedad de la televisión, que implica un dominio de la imagen sobre la palabra; la primera, efímera, mientras la segunda es secuencial, por estar en todo momento (el lenguaje) reteniendo el pasado y anticipando el futuro, es decir, superando la transitoriedad del tiempo y abriendo un acceso natural hacia la dimensión trascendente. Es el mundo de la palabra y de la música, curiosamente, y según la mitología, el legado que nos dejara al morir el semidiós Orfeo. Pienso, sin embargo, que hay una razón más profunda que explica la crisis del sistema educacional: la paulatina descomposición del lenguaje hablado.
                Hace casi veinte años publiqué en estas mismas páginas un artículo titulado “El lenguaje degradado”, en el que manifestaba mi preocupación por la forma en que se venía deteriorando el uso del español en Chile: modulación defectuosa, falta de vocabulario, uso excesivo de muletillas y, lo que es peor, la invasión del habla cotidiana por groserías. Entonces este fenómeno afectaba fundamentalmente a los varones de todas las clases sociales, exceptuando el campesinado provinciano, algunos grupos académicos aislados y personas de edad muy avanzada. Se observaba también una incipiente extensión a las mujeres jóvenes. Hoy el fenómeno ha experimentado un proceso de generalización. Ya los niños de seis o siete años están hablando así, las jóvenes universitarias usan las mismas groserías que los hombres y cada día son más las personas mayores que hacen lo mismo. Sólo falta que las madres se dirijan en esa forma a sus bebés o que los sacerdotes empleen estas palabras en sus sermones. Esta forma de hablar consiste en lo esencial en que una palabreja, en un comienzo empleada como insulto, se ha transformado no sólo en sustantivo, verbo y adjetivo de uso indiscriminado, sino también en final obligado de cualquier frase. Ahora bien, como esta palabreja se acompaña regularmente de otras groserías basadas en contenidos anales y genitales, tenemos que el habla cotidiana del chileno se está aproximando a un tipo de lenguaje muy patológico, que en psiquiatría y neurología se denomina “coprolalia”, palabra que significa “lenguaje excrementicio”, propio de ciertas demencias secundarias a la destrucción de los lóbulos frontales del cerebro, los que constituyen justamente el sustrato biológico de la experiencia ética.”
                               (Cf. http://www.educar.cl/archivos/estudios/cartas/cartas_3639_cartaav_educacionylenguaje.pdf )
                 Grave situación ante la cual no podemos mostrar insensiblidad.
                La complejidad de nuestro ser, de nuestra existencia, nos lleva a distinguir entre energías que nos encapsulan en un mundo egoísta, ansioso de poder, vanidad, apariencia, grosería y esas otras energías que nos transportan a un mundo respetuoso, solidario, cooperativo, de convivencia en paz, de realización a través del amor y servicio a los demás. Cada cual elige su camino con las siguientes consecuencias para él y para los demás ante los cuales se erigirá como una oportunidad, un apoyo un obstáculo, maleza….
  • Paradójicamente, la realidad que apetezco para satisfacción de mi ego, me seduce, me fascina. Al adueñarme de estas realidades, al poner el sentido de mi vida en las cosas, al reducir lo ambital a lo cósico, siento euforia, exaltación; pero al mismo tiempo, esta visión del mundo y de mi propia existencia me rebaja, me anula en mi condición personal, me insensibiliza para los valores más nobles, me deja en la soledad de quien es incapaz de encuentro: es el proceso de vértigo.  La sub-yugación del egoísta nos lleva a las intensas pero superficiales, momentáneas y destructivas emociones de vértigo que  enferman, anulan, envilecen, destruyen.  Las emociones intensas y profundas del amor llevan al éxtasis, a la elevación, superación.  Es la confusión constante entre exaltación y exultación; donde esta última es el  goce de la auténtica realización personal; mientras la exaltación es el estar fuera de sí, el vacío, la huida, la enajenación, la violencia en cualquiera de sus formas.  En filmes como Requiem por un sueño, Cisne Negro; se expone, magistralmente, la caída del ser humano.

·         El éxtasis – a diferencia del vértigo- emerge desde la profundidad del ser esencial, desde su vocación de ser, de ser personas que van al encuentro de otras personas y dispuestas a la generosidad, al respeto, agradecimiento, responsabilidad, compromiso, sacrificio de amor. En esta vía de éxtasis, se despliega la sensibilidad para la grandeza de los valores, de los ideales, de la nobleza, lo sagrado, el respeto, la piedad. Es el ámbito de la felicidad, del encuentro; de la apertura a los valores aunque estos nos exijan esfuerzo y no nos ofrezcan placer, posesión, poder. Los valores confieren dignidad a nuestras acciones porque expresan la dignidad de nuestra esencia de ser. Los valores se revelan a quien participa de ellos: quien quiera descubrir el valor de la justicia no debe limitarse a informarse sobre ella, pues sólo sabrá de ella quien la vivencia a través de una vida justa, de actos de generosidad, de fundar vínculos de armonía, equilibrio, colaboración.

                Fuerza; la sabiduría no la entrega la Universidad;

 está incoada en cada cual; sólo hay que empezar a amar